En mi larga trayectoria profesional hay una etapa en donde obtuve productos pedagógicos y culturales y de cada uno de ellos conservo gratos recuerdos. Primero debo decir que fui y sigo siendo miembro de las secciones 45 y 13 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. De la sección 45, por haber prestado mis servicios en la Escuela Normal Oficial de Irapuato, y de la sección 13, por haber trabajado en la Escuela Secundaria Técnica N° 5 y en la Universidad Pedagógica Nacional por más de 30 años.
Además, durante casi 15 años fui el coordinador del grupo técnico pedagógico de la sección 13. En 2004, el comité ejecutivo nacional del SNTE me nombró representante de la Fundación para la Cultura del Maestro en el estado de Guanajuato. También participé durante 10 años revisando en la Ciudad de México los reactivos de la prueba que se aplicaba a los maestros para evaluar el factor preparación profesional de Carrera Magisterial. Saludos a las compañeras y los compañeros de ese excelente equipo.
Con motivo del Día Mundial del Docente, en el año 2000, propuse y fue aceptado que el auditorio de la Sección 13 se le llamara Profesor Luis Chávez Orozco; la biblioteca se le denominara Profesor Francisco Ramírez Mata y la sala de juntas tuviera el nombre de Profesor Alberto Martínez Madruéñez. Como coordinador del grupo técnico pedagógico, tenía a mi cargo el periódico mural y por estas fechas celebrábamos el día de muertos, entre otras cosas, con calaveras literarias. En esta ocasión selecciono una calavera de mi autoría a los precandidatos a ocupar el cargo de secretario general de la sección 13 del SNTE. La calavera dice así: “Cinco secretarios de la sección 13 del SNTE sin excusa, se irán al cementerio no obstante, cada uno presiente ser de Misael, sucesor, ¡En serio!-
La muerte se puso muy triste, Roberto, Benjamín, Solano, Chalío y Juan Elías cada uno a acompañarla, se resiste, / pues quieren en la sección alargar sus días. Los de apoyo quieren a Roberto como secretario general. La calaca lo dejó bien muerto, endulzado con cajeta, en un costal. los de primarias votan por Benjamín dicen que le toca por antigüedad, la muerte a su campaña puso fin y que espere en el panteón, otra oportunidad. Con los de técnicas, Toño Solano, también quiso a Misael suceder.
Trabajó mucho, todo fue en vano hoy sus huesos en la tumba pueden ver quieren los del nuevo sindicalismo como secretario general a Chalío, al ver la muerte su escepticismo a la tumba lo manda a sudar frío. las profesoras están con el de finanzas, éste a todas quiso enamorar. / Por don Juan, esa secretaría no alcanzas. Vete, le dice, para siempre a descansar. Como premio de consolación, les otorgó permiso la calaca de formar un sindicato en el panteón, pero sin golpes bajos ni alharaca. a los cinco, el gozo se les fue al pozo pues el diablo puso en dicha secretaría al químico Fernando Rivera Barroso para servir a los maestros, noche y día. para los cinco, la suerte fue mucha, todo fue un macabro sueño. ¡Hoy! ¡Hoy! Cada quién hace su lucha para ser de la secretaría general, el dueño”.
Escritor y docente
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