/ viernes 30 de agosto de 2024

Redefinir al ser no humano en el siglo XXI

En la sociedad como concepto individualizado, los comportamientos (sociales) abundan, son interminables y nunca descansan. El ser humano es una especie que aún carece de un significado profundo. Es decir, de entender sin entender lo que es. La compresión elevada de lo qué es la persona y no lo que el individuo cree que es (por más especial y único que pretenda parecer).

Aunque la antropología moderna no extienda las respuestas a todas las preguntas, parece que cada vez es posible explicar lo que somos sin variar tanto de una pregunta a otra y de una respuesta a otra. Ahora, las variantes que se aproximan con la Inteligencia Artificial son sorprendentes. Realmente son palabras vacías. Posiblemente nunca lo sabremos. Pero nada cuesta analizar desde las conglomeraciones humanas (de distintas épocas y las modernas) algunas percepciones que nos dan indicios de su inexacta naturaleza para seguir intentando explicar lo que somos con lo que no somos.

Algunos antropólogos y científicos han llamado a la rehumanización la búsqueda de lo humano, el sentido que tenemos en nuestra realidad compleja de la existencia. Somos seres evolutivos que aún no evolucionamos al ser humano como especie, seguimos siendo homo sapiens, un primate de hace 200 mil años de la África subsahariana con una tasa de mutación (evolutiva) decreciente a comparación de otras especies de la familia de los primates. No más. Encontrar nuestro lugar implica aceptar lo que somos y lo que no somos (más palabras vacías), por el hecho de servir como una especie más sin darles tantos sentidos y significados absurdos que se desprenden de la irresponsabilidad individual sobre la libertad. Que también no quedan desprovistos pues el intelecto humano también es absurdo.

Es la forma en que educan al homo sapiens subsahariano, en la propuesta de darles un valor como individuos desde el individualismo irresponsable de la libertad ¿quiénes son libres en una democracia? La libertad se vuelve aristocrática y la igualad es democrática ¿Cómo equilibrarlas? De dividir las ideologías buscando otras. La figura igualitaria con la que se sienten propios por pertenecer a una civilización que plantea el igualitarismo (radical) como un fruto universal sin conocer sus semillas ¿Cuántas veces nos ponemos el reloj sin saber cómo funciona su mecanismo? Como en los discursos de Voltaire. Pero al adquirirlo por el medio monetario lo demás es lo de menos sino el sentido de propiedad lo que satisface la curiosidad innecesaria. Justificando la igualdad de derechos aun cuando puede trocarse muy fácilmente en igualdad para infringir derechos.

Todos son iguales afirman entre discursos los igualadores ¿en qué sentido lo son? ¿Cómo se distribuye el valor igualitario entre individuos? Desde la opinión pública, la cual, según Kant, ha transformado a los seres humanos en animales de rebaño o en animales domésticos o dar culpa a la sociedad por la falta de ilustración (de atreverse a conocer para superar la pereza y la falta de coraje, a través de la búsqueda del conocimiento) muy al estilo de Nietzsche y la ausencia del pensamiento intempestivo para darse cuenta del terreno en el que pisan y forman parte. Seguimos con las palabras vacías. Otro ejemplo: la descompensación de la igualdad es igual a la desigualdad que busca integrar el igualitarismo en una sociedad igualitaria. Así de contradictoria es la estupidez humana sin el sentido cultural y aristocrático de los privilegios basado en la responsabilidad de la libertad individual.

La incesante necesidad del casi humano de darle un significado a todo. Como si mereciéramos una explicación detallada de la existencia solo por el hecho de existir ¿Dios merece una justificación para existir y por qué Dios tendería la necesidad de crear? Las respuestas son insignificantes para la comprensión humana posible. Pero también puede carecer de significado en un universo de significados. Tampoco es que la rehumanización o el reencuentro se encuentre en el hondo de nosotros o por encima de nosotros. Porque no simplemente aceptar lo que se nos fue dado ¿sería posible? Desde la ilustración del siglo XVIII se lo han preguntado de formas más personalizadas, el cambio del pensamiento, donde el pseudo humano se auto postula el individuo. El yo y el autoconocimiento con todas sus revueltas revolucionarias ¿hasta cuándo van a detenerse de darse tanta importancia? El pensamiento es dubitativo, pero no es para todos. Lo mismo para la libertad, para la igualdad, para la democracia, para la miel y el vino. Los sabores y las circunstancias son diferentes, pero se aplican como si fueran únicos como las palabras vacías y de caminos abstrusos. Es como si fuéramos intrusos en nuestra propia casa ¿lo somos?.

Según Nietzsche, una persona necesita salir de sí misma para poder acceder a un yo que permanece siempre y esencialmente inaccesible debido a que la pregunta por el autoconocimiento no tiene una respuesta definitiva.
¿Cuál es el propósito de manifestar un sentido al yo? ¿De elevarlo a un significado inaccesible? Tal vez deberíamos arrojar a las bestias a la cultura de la naturaleza para asumir su fragilidad ante ella y el problema del autoconocimiento sea una desubicación en el tiempo y de los roles darwinistas. Y continua: “mi propio yo es un yo que no le pertenece a nadie, que no tiene un propietario o propietaria que pueda disponer del yo como si fuese suyo”. ¿Cuánto daño ha hecho el individualismo para suplir lo simple de complejidad? ¿De situar al no humano en algo superior de su propia realidad? ¿De ser independiente de qué? De alterar su mundo imperfecto con sin sentidos y significados vacíos de un perfeccionamiento moral fatídico, es mejor explicarlo desde un cuento o una novela gótica. Lo disfrutaría mejor.

Desde este punto considero que el sentido del no humano es de encontrarse en el yo colectivo (biopolítico liberal) y no en el individual que sin un entorno fuerte (culturalmente desde el foco del liberalismo) difícilmente el individualismo haga del perfeccionamiento moral un ancla para situar al homo sapiens como lo que es y deje de escuchar las voces de la opinión pública de la auto división y la auto determinación desviándolo a lo que no es.

Sugestionados por la debilidad de su propia carencia. De preferirse iguales incluso en la servidumbre porque en la libertad no la encuentran. Acercarse a una biopolítica afirmativa o liberal de la revolución darwinista y no del darwinismo social de la biopolítica totalitaria. Las primeras son necesarias y la segunda no evita la propia naturaleza de la especie. Para que después llamen de neofascistas estas líneas. El Neofascista y anarquista fue Nietzsche con su genealogía de la moral.

Las intenciones de este escrito no es prolongar la confusión evidente, tampoco de intentar expresar que la igualdad no proviene propiamente de la igualdad de derechos. Es un conjunto de ordenamientos. Una igualdad obligada ¿de qué otra forma coexistiría o se justificaría? Todo se justifica con normas. A lo cual estoy de acuerdo con Nietzsche cuando afirma que la libertad es in deber superior al deber de obedecer a ley. Lo cual limita la responsabilidad que conlleva la libertad, Nos hace menos libres y en consecuencia menos responsables. No de una responsabilidad individual, sino general. Aplicar lo que entendemos es un error cotidiano. Por ello, las jerarquías que aplican también lo que no entienden. El poder por el poder es un absurdo. El poder para buscar la libertad y el perfeccionamiento moral del hombre es una virtud que merece de sacrificios incompresibles. El camino para encontrarnos como seres humanos parece utópico y hasta de la distopía.


Analista político
@L_E_Arnold
arnoldtafoyale@outlook.com

En la sociedad como concepto individualizado, los comportamientos (sociales) abundan, son interminables y nunca descansan. El ser humano es una especie que aún carece de un significado profundo. Es decir, de entender sin entender lo que es. La compresión elevada de lo qué es la persona y no lo que el individuo cree que es (por más especial y único que pretenda parecer).

Aunque la antropología moderna no extienda las respuestas a todas las preguntas, parece que cada vez es posible explicar lo que somos sin variar tanto de una pregunta a otra y de una respuesta a otra. Ahora, las variantes que se aproximan con la Inteligencia Artificial son sorprendentes. Realmente son palabras vacías. Posiblemente nunca lo sabremos. Pero nada cuesta analizar desde las conglomeraciones humanas (de distintas épocas y las modernas) algunas percepciones que nos dan indicios de su inexacta naturaleza para seguir intentando explicar lo que somos con lo que no somos.

Algunos antropólogos y científicos han llamado a la rehumanización la búsqueda de lo humano, el sentido que tenemos en nuestra realidad compleja de la existencia. Somos seres evolutivos que aún no evolucionamos al ser humano como especie, seguimos siendo homo sapiens, un primate de hace 200 mil años de la África subsahariana con una tasa de mutación (evolutiva) decreciente a comparación de otras especies de la familia de los primates. No más. Encontrar nuestro lugar implica aceptar lo que somos y lo que no somos (más palabras vacías), por el hecho de servir como una especie más sin darles tantos sentidos y significados absurdos que se desprenden de la irresponsabilidad individual sobre la libertad. Que también no quedan desprovistos pues el intelecto humano también es absurdo.

Es la forma en que educan al homo sapiens subsahariano, en la propuesta de darles un valor como individuos desde el individualismo irresponsable de la libertad ¿quiénes son libres en una democracia? La libertad se vuelve aristocrática y la igualad es democrática ¿Cómo equilibrarlas? De dividir las ideologías buscando otras. La figura igualitaria con la que se sienten propios por pertenecer a una civilización que plantea el igualitarismo (radical) como un fruto universal sin conocer sus semillas ¿Cuántas veces nos ponemos el reloj sin saber cómo funciona su mecanismo? Como en los discursos de Voltaire. Pero al adquirirlo por el medio monetario lo demás es lo de menos sino el sentido de propiedad lo que satisface la curiosidad innecesaria. Justificando la igualdad de derechos aun cuando puede trocarse muy fácilmente en igualdad para infringir derechos.

Todos son iguales afirman entre discursos los igualadores ¿en qué sentido lo son? ¿Cómo se distribuye el valor igualitario entre individuos? Desde la opinión pública, la cual, según Kant, ha transformado a los seres humanos en animales de rebaño o en animales domésticos o dar culpa a la sociedad por la falta de ilustración (de atreverse a conocer para superar la pereza y la falta de coraje, a través de la búsqueda del conocimiento) muy al estilo de Nietzsche y la ausencia del pensamiento intempestivo para darse cuenta del terreno en el que pisan y forman parte. Seguimos con las palabras vacías. Otro ejemplo: la descompensación de la igualdad es igual a la desigualdad que busca integrar el igualitarismo en una sociedad igualitaria. Así de contradictoria es la estupidez humana sin el sentido cultural y aristocrático de los privilegios basado en la responsabilidad de la libertad individual.

La incesante necesidad del casi humano de darle un significado a todo. Como si mereciéramos una explicación detallada de la existencia solo por el hecho de existir ¿Dios merece una justificación para existir y por qué Dios tendería la necesidad de crear? Las respuestas son insignificantes para la comprensión humana posible. Pero también puede carecer de significado en un universo de significados. Tampoco es que la rehumanización o el reencuentro se encuentre en el hondo de nosotros o por encima de nosotros. Porque no simplemente aceptar lo que se nos fue dado ¿sería posible? Desde la ilustración del siglo XVIII se lo han preguntado de formas más personalizadas, el cambio del pensamiento, donde el pseudo humano se auto postula el individuo. El yo y el autoconocimiento con todas sus revueltas revolucionarias ¿hasta cuándo van a detenerse de darse tanta importancia? El pensamiento es dubitativo, pero no es para todos. Lo mismo para la libertad, para la igualdad, para la democracia, para la miel y el vino. Los sabores y las circunstancias son diferentes, pero se aplican como si fueran únicos como las palabras vacías y de caminos abstrusos. Es como si fuéramos intrusos en nuestra propia casa ¿lo somos?.

Según Nietzsche, una persona necesita salir de sí misma para poder acceder a un yo que permanece siempre y esencialmente inaccesible debido a que la pregunta por el autoconocimiento no tiene una respuesta definitiva.
¿Cuál es el propósito de manifestar un sentido al yo? ¿De elevarlo a un significado inaccesible? Tal vez deberíamos arrojar a las bestias a la cultura de la naturaleza para asumir su fragilidad ante ella y el problema del autoconocimiento sea una desubicación en el tiempo y de los roles darwinistas. Y continua: “mi propio yo es un yo que no le pertenece a nadie, que no tiene un propietario o propietaria que pueda disponer del yo como si fuese suyo”. ¿Cuánto daño ha hecho el individualismo para suplir lo simple de complejidad? ¿De situar al no humano en algo superior de su propia realidad? ¿De ser independiente de qué? De alterar su mundo imperfecto con sin sentidos y significados vacíos de un perfeccionamiento moral fatídico, es mejor explicarlo desde un cuento o una novela gótica. Lo disfrutaría mejor.

Desde este punto considero que el sentido del no humano es de encontrarse en el yo colectivo (biopolítico liberal) y no en el individual que sin un entorno fuerte (culturalmente desde el foco del liberalismo) difícilmente el individualismo haga del perfeccionamiento moral un ancla para situar al homo sapiens como lo que es y deje de escuchar las voces de la opinión pública de la auto división y la auto determinación desviándolo a lo que no es.

Sugestionados por la debilidad de su propia carencia. De preferirse iguales incluso en la servidumbre porque en la libertad no la encuentran. Acercarse a una biopolítica afirmativa o liberal de la revolución darwinista y no del darwinismo social de la biopolítica totalitaria. Las primeras son necesarias y la segunda no evita la propia naturaleza de la especie. Para que después llamen de neofascistas estas líneas. El Neofascista y anarquista fue Nietzsche con su genealogía de la moral.

Las intenciones de este escrito no es prolongar la confusión evidente, tampoco de intentar expresar que la igualdad no proviene propiamente de la igualdad de derechos. Es un conjunto de ordenamientos. Una igualdad obligada ¿de qué otra forma coexistiría o se justificaría? Todo se justifica con normas. A lo cual estoy de acuerdo con Nietzsche cuando afirma que la libertad es in deber superior al deber de obedecer a ley. Lo cual limita la responsabilidad que conlleva la libertad, Nos hace menos libres y en consecuencia menos responsables. No de una responsabilidad individual, sino general. Aplicar lo que entendemos es un error cotidiano. Por ello, las jerarquías que aplican también lo que no entienden. El poder por el poder es un absurdo. El poder para buscar la libertad y el perfeccionamiento moral del hombre es una virtud que merece de sacrificios incompresibles. El camino para encontrarnos como seres humanos parece utópico y hasta de la distopía.


Analista político
@L_E_Arnold
arnoldtafoyale@outlook.com