/ jueves 27 de junio de 2024

Reforma judicial: un desafío para nuestra democracia

En el ámbito legislativo, nos enfrentamos a un desafío trascendental: la reforma del Poder Judicial. Este es un tema complejo y crucial para la vida política y pública de nuestro país. Aunque esta legislatura podría no tener la última palabra, es nuestra responsabilidad sentar las bases para un cambio significativo.

La importancia de este tema no puede ser subestimada. La próxima legislatura tendrá la responsabilidad de abordar esta reforma con la seriedad que merece. Es vital que los debates no se queden solo en foros de discusión, sino que se traduzcan en acciones vinculantes que realmente representen las voces y necesidades de los ciudadanos.

Uno de los principales puntos de esta reforma es la elección de jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, debemos reconocer que el verdadero dolor de los ciudadanos radica en el fuero común, más que en el fuero federal. Los delitos del fuero común son los que afectan directamente a la población y deben ser el foco de nuestra atención.

Reformar el sistema judicial no es una tarea sencilla ni se limita a cambiar los procesos de elección. Esto podría crear politización en un ámbito que debería ser imparcial y basado en la justicia. Necesitamos una reforma integral que no solo toque la superficie, sino que cambie las estructuras mismas del Poder Judicial y las fiscalías.

Las fiscalías, tanto estatales como federales, deben rendir cuentas de manera más efectiva y transparente. ¿Por qué no considerar que los fiscales de los estados rindan cuentas al Senado de la República, en lugar de a los congresos locales, donde muchas veces la oposición a un informe es prácticamente imposible?

Este tipo de reformas no pueden ser superficiales ni improvisadas. Deben ser profundas, contemplando no solo el nombramiento de jueces, magistrados y ministros, sino también las estructuras de las fiscalías y la rendición de cuentas. Debemos asegurarnos de que estas personas no se conviertan en verdugos de quienes promueven estas reformas, sino en defensores imparciales de la justicia.

Somos millones quienes creemos que México es enorme. Soy Erandi Bermúdez y les escribo desde Guanajuato, nuestro Guanajuato Ganador.


Senador de la República

  • @ErandiBermudez

En el ámbito legislativo, nos enfrentamos a un desafío trascendental: la reforma del Poder Judicial. Este es un tema complejo y crucial para la vida política y pública de nuestro país. Aunque esta legislatura podría no tener la última palabra, es nuestra responsabilidad sentar las bases para un cambio significativo.

La importancia de este tema no puede ser subestimada. La próxima legislatura tendrá la responsabilidad de abordar esta reforma con la seriedad que merece. Es vital que los debates no se queden solo en foros de discusión, sino que se traduzcan en acciones vinculantes que realmente representen las voces y necesidades de los ciudadanos.

Uno de los principales puntos de esta reforma es la elección de jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, debemos reconocer que el verdadero dolor de los ciudadanos radica en el fuero común, más que en el fuero federal. Los delitos del fuero común son los que afectan directamente a la población y deben ser el foco de nuestra atención.

Reformar el sistema judicial no es una tarea sencilla ni se limita a cambiar los procesos de elección. Esto podría crear politización en un ámbito que debería ser imparcial y basado en la justicia. Necesitamos una reforma integral que no solo toque la superficie, sino que cambie las estructuras mismas del Poder Judicial y las fiscalías.

Las fiscalías, tanto estatales como federales, deben rendir cuentas de manera más efectiva y transparente. ¿Por qué no considerar que los fiscales de los estados rindan cuentas al Senado de la República, en lugar de a los congresos locales, donde muchas veces la oposición a un informe es prácticamente imposible?

Este tipo de reformas no pueden ser superficiales ni improvisadas. Deben ser profundas, contemplando no solo el nombramiento de jueces, magistrados y ministros, sino también las estructuras de las fiscalías y la rendición de cuentas. Debemos asegurarnos de que estas personas no se conviertan en verdugos de quienes promueven estas reformas, sino en defensores imparciales de la justicia.

Somos millones quienes creemos que México es enorme. Soy Erandi Bermúdez y les escribo desde Guanajuato, nuestro Guanajuato Ganador.


Senador de la República

  • @ErandiBermudez