El Parque Irekua se ha convertido en uno de los sitios obligados de visita no sólo para las personas que viven en Irapuato, sino para los visitantes, pues este espacio de 120 mil metros cuadrados es considerado unos de los pulmones o zonas verdes más grandes del estado.
La creación del Parque Irekua se gestó hace casi una década en la zona conocida como Viveros Revolución; desde la década de 1910 comenzó a ser proyectado como el sitio en el que convivirían las personas originarias de Irapuato. En ese lugar fue construida la Plaza de Toros Revolución y el Estadio Revolución, que fue el primero en todo el país en ser edificado con concreto.
Además, en esa zona hubo un recinto denominado el Centro de Convivencia Familiar, que en tres décadas, de 1970 a 1990, tuvo su mayor apogeo, hasta que fue sustituido por el Parque Irekua.
No obstante, desde hace ocho años este espacio es un lugar en el que las familias pueden tener tiempo de calidad, rodeadas de naturaleza y con la oportunidad de realizar varias actividades recreativas e inclusivas, para gente de todas las edades y distintas capacidades.
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Es una de las áreas verdes más grandes de todo el estado de Guanajuato, lo que le ha valido el nombre de “el pulmón verde más grande de Irapuato”, pues tiene una dimensión aproximada de 120 mil metros cuadrados. Para su rehabilitación y actual fisonomía se invirtieron alrededor de 200 millones de pesos.
Lugar icónico
Este parque cuenta con energía sustentable y es amigable con el medio ambiente, ya que todas las luminarias con las que cuenta utilizan la luz solar.
Además cuenta con un sistema de riego que recicla el agua y ésta es reutilizada en varias ocasiones, para con ello garantizar que este lugar, sin importar la época del año, siempre esté reverdecido.
Una de las atracciones con las que cuenta este parque es el Obelisco, la obra número 50 realizada por el reconocido muralista de origen irapuatense Salvador Almaraz López, además este espacio fue decorado con una variedad de murales realizados por las y los jóvenes que son parte del Instituto Municipal de la Juventud de Irapuato.
Aunado a ello, aún conserva las icónicas figuras de animales de concreto que adornaron el extinto Centro de Convivencia Familiar y que eran parecidas a las que también en su momento adornaron al Parque de Chapultepec, con la variedad de que estas figuras fueron rescatadas, rehabilitadas y pintadas por 10 artistas de origen irapuatense y dos más oriundos de la capital del estado.
Tiene un retoño del Árbol de la Noche Triste
Esther Córdoba Aguirre, directora del Parque Irekua, explicó que este parque lleva un nombre de origen purépecha con un significado importante, que representa el ambiente familiar que tiene.
“Parque Irekua lleva este nombre desde la concepción del proyecto que encabezó la administración del expresidente Sixto Zetina Soto, en 2012 a 2015, quien visualizó la modernización de este espacio, lo cual lo encuentro muy trascendental, ya que este nombre tiene origen purépecha y significa ‘la casa de las familias’”, relató.
Esther Córdoba comentó que este parque alberga muchas especies de árboles, los cuales se encuentran esparcidos a lo largo y ancho de sus instalaciones.
Las especies de arbolado dominantes en el parque son casuarinas, jacarandas, fresnos y eucaliptos; en 2015 se registraron 2 mil 153 árboles en 10 hectáreas; desde el 3 de julio de este año se ha estado realizando la actualización del inventario del arbolado; en esta ocasión ya están incluidos los casi 8 mil metros cuadrados del Centro de Educación Ambiental, proyecto emblema de este ayuntamiento, con una visión a futuro de la presidenta Lorena Alfaro García.
Sin embargo, el Parque Irekua tiene la particularidad de que en este lugar se encuentra un retoño del mítico Árbol de la Noche Triste, el cual sigue creciendo, a ocho años de haber sido plantado.
Todos los árboles son importantes, pero el que más sobresale es el ejemplar de ahuehuete, una especie de árbol muy longevo, el cual fue donado el 14 de marzo de 2015 por autoridades de Dolores Hidalgo; actualmente tiene una altura de ocho metros y un tronco de más de 90 centímetros.
“Ha sido un trabajo muy especial y nosotros tenemos la encomienda de que este árbol llegue a tener 100 años, pero podría estar ahí mínimo 900 años, por lo que estaremos trabajando para que futuras generaciones puedan disfrutar de este espacio”.
Agregó que se ha podido registrar a más de 70 especies de aves, las cuales visitan el lugar por la necesidad de emigrar en las estaciones más frías del año; también mencionó que recientemente se pudo observar una familia de zopilotes.
“Tenemos registro de más de 70 especies de aves, entre ellas están los carpinteros cheje, pinzón mexicano, cardenalitos y acaba de llegar una familia de zopilotes aves, que son migratorias, que pasan aquí otoño e invierno; lo importante es mantener un arbolado sano que le brinde la seguridad que necesitan; mantener este espacio es muy importante por la biodiversidad y es un trabajo permanente con varias dependencias y organismos descentralizados”.