El bautisterio del Templo de Nativitas, sirvió de marco para la ceremonia bautismal del pequeño Valentino, primogénito de la familia González Velázquez.
En su homilía, el Sacerdote, Carlos Hernán López, recordó a los papás y padrinos ser ejemplo del niño, para que lo guíen por el camino del bien.
Luego, ante la emoción de sus seres queridos, el heredero, de José Antonio González Hernández y Yadira de Jesús Velázquez Ibarra, el pequeño Valentino recibió el primer Sacramento de la Iglesia, y fue declarado nuevo hijo de Dios, Nuestro, Señor.
La familia González Velázquez escogió como padrinos del pequeño a los señores, Carlos González Hernández y María Fernanda Pedrosa Berdín, quienes gustosos aceptaron el compromiso de apoyar en la vida católica del pequeño.
En tan especial momento del pequeño Valentino, lo acompañaron seres queridos y familiares, entre ellos sus abuelitos, los paternos, señores, Enrique González Nava y Bertina Araceli Hernández Zaragoza, la abuelita materna, María Soledad Ibarra Arguello, sus tíos, Lupita y Rafael Velázquez, su tía, Mayte, entre primos y demás invitados.
Una vez terminada la ceremonia religiosa el pequeño Valentino recibió toda clase de parabienes, abrazos, besos y regalos de sus seres queridos, mientras que los padrinos arrojaban el tradicional bolo entre los emocionados pequeños.
Más tarde la familia González Velázquez realizó una gran fiesta en la palapa de la quinta San Jacinto, en donde disfrutó de la presencia de sus seres queridos y amigos, algunos procedentes de Irapuato y Silao, con quienes compartieron una amena tarde-noche.
Amigos y familiares del recién bautizado fueron atendidos por Yadira y José Antonio, papás del festejado, quienes mandaron preparar ricos platillos y bebidas que fueron del agrado de todos los presentes.
En el lugar los padrinos y papás regalaron a cada uno de sus invitados, angelitos, velas, macetas, floreros, alcancías y tarros como recuerdo del día en que el pequeño Valentino ingresó a la grey Católica, tras recibir el santo bautismo.