/ domingo 4 de agosto de 2024

Del estante | La Habana, un café literario

Fundado a finales de los 50, era frecuentado por políticos, periodistas, e intelectuales y aún ahora, amantes de las letras se reúnen en este lugar

Ubicado en la esquina de la calle Morelos y la avenida Bucareli, en la Ciudad de México, hay un edificio naranja con marquesinas color marrón y un gran letrero en letra cursiva que dice “Café La Habana”. Parece un lugar sencillo donde, aparte de bebidas, se ofrece una amplia variedad de platillos. Mas no hay que dejarse engañar, pues se trata de un café cualquiera, sino, más bien, de un viejo testigo de encuentros de políticos, periodistas, e intelectuales que frecuentaban el lugar, principalmente desde su fundación en 1952 hasta finales del siglo XX.

Nadie lo sabe de cierto, pero los dueños aseguran que entre sus visitantes destacados se encontraba el revolucionario Ernesto “Che” Guevara, quien solía visitar a Fidel Castro, que en ese entonces se encontraba exiliado en nuestro país y vivía cerca del lugar. Y que fue ahí, en una de las múltiples mesas de madera, que ambos planearon la Revolución Cubana.

Como no muy lejos de ahí se encuentra la coloquialmente conocida “esquina de la Información”, donde había y aun quedan en pie, varios de los periódicos más importantes del país, aquel café era frecuentado por periodistas e intelectuales como Octavio Paz, Renato Leduc, Carlos Monsiváis, Gabriel García Márquez y Elena Poniatowska.

Años después, en la década de los 70, ahí se reunía un grupo de jóvenes escandalosos y obsesionados con la literatura, en particular con la poesía, “El infrarrealismo”, que fundaron Mario Santiago Papasquiaro y Roberto Bolaño, quien transportó su vida a las páginas de varias de sus novelas como “Amuleto” (1999), “El espíritu de la ciencia ficción” (2016) y “Los detectives salvajes” (1998), este último considerado por “The New York Times”, como uno de los mejores libros del mundo, traducidos al inglés en lo que va del siglo XXI.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

En aquellas novelas Bolaño cambió los nombres. Su yo ficticio se llamaba “Arturo Belano” y su amigo Santiago, “Ulises Lima”. Lo mismo le pasa su movimiento, que en el libro es el “Realvisceralismo” y, por supuesto a este café, que en la ficción se llama “Café Quito”, donde los protagonistas pasan horas teniendo acaloradas discusiones sobre literatura y duras críticas hacia la cultura oficial de la época, que buscan derrocar de una forma u otra.

Aun hoy en día este café, con sus muebles, alto techo y barra de cantina antigua que provocan la sensación de que todo se quedó atrapado en los años 50, es frecuentado por jóvenes escritores, lectores curiosos y fanáticos de la literatura. Algunos, que en el escapismo de su realidad creen vivir en una novela de Roberto Bolaño, asiduos al turismo cultural o que simplemente quieren beber un café con leche y platicar.

Ubicado en la esquina de la calle Morelos y la avenida Bucareli, en la Ciudad de México, hay un edificio naranja con marquesinas color marrón y un gran letrero en letra cursiva que dice “Café La Habana”. Parece un lugar sencillo donde, aparte de bebidas, se ofrece una amplia variedad de platillos. Mas no hay que dejarse engañar, pues se trata de un café cualquiera, sino, más bien, de un viejo testigo de encuentros de políticos, periodistas, e intelectuales que frecuentaban el lugar, principalmente desde su fundación en 1952 hasta finales del siglo XX.

Nadie lo sabe de cierto, pero los dueños aseguran que entre sus visitantes destacados se encontraba el revolucionario Ernesto “Che” Guevara, quien solía visitar a Fidel Castro, que en ese entonces se encontraba exiliado en nuestro país y vivía cerca del lugar. Y que fue ahí, en una de las múltiples mesas de madera, que ambos planearon la Revolución Cubana.

Como no muy lejos de ahí se encuentra la coloquialmente conocida “esquina de la Información”, donde había y aun quedan en pie, varios de los periódicos más importantes del país, aquel café era frecuentado por periodistas e intelectuales como Octavio Paz, Renato Leduc, Carlos Monsiváis, Gabriel García Márquez y Elena Poniatowska.

Años después, en la década de los 70, ahí se reunía un grupo de jóvenes escandalosos y obsesionados con la literatura, en particular con la poesía, “El infrarrealismo”, que fundaron Mario Santiago Papasquiaro y Roberto Bolaño, quien transportó su vida a las páginas de varias de sus novelas como “Amuleto” (1999), “El espíritu de la ciencia ficción” (2016) y “Los detectives salvajes” (1998), este último considerado por “The New York Times”, como uno de los mejores libros del mundo, traducidos al inglés en lo que va del siglo XXI.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

En aquellas novelas Bolaño cambió los nombres. Su yo ficticio se llamaba “Arturo Belano” y su amigo Santiago, “Ulises Lima”. Lo mismo le pasa su movimiento, que en el libro es el “Realvisceralismo” y, por supuesto a este café, que en la ficción se llama “Café Quito”, donde los protagonistas pasan horas teniendo acaloradas discusiones sobre literatura y duras críticas hacia la cultura oficial de la época, que buscan derrocar de una forma u otra.

Aun hoy en día este café, con sus muebles, alto techo y barra de cantina antigua que provocan la sensación de que todo se quedó atrapado en los años 50, es frecuentado por jóvenes escritores, lectores curiosos y fanáticos de la literatura. Algunos, que en el escapismo de su realidad creen vivir en una novela de Roberto Bolaño, asiduos al turismo cultural o que simplemente quieren beber un café con leche y platicar.

Local

Vecinos de las colonias Valle Verde y Los Pinos solicitan pavimentación de calles

Con la actual administración hubo acercamiento y se pactó de poner tezontle

Local

La Sombra Azul de María José Ortega: Un viaje emocional a través del arte

La artista salmantina María José Ortega deslumbra con su exposición "La Sombra Azul" en la Casa de la Cultura

Local

Dejo un Guanajuato más seguro: Diego Sinhue

El mandatario estatal dijo que al terminar su gobierno no se irá del estado, pues seguirá viviendo en León y confirmó que hará uso de los escoltas que le corresponden por ley

Local

Encabezaré un gobierno honesto que reconoce la paridad y la inclusión: Libia Dennise García Muñoz Ledo

La gobernadora electa destacó los perfiles de seguridad, honestidad, finanzas y salud en Guanajuato

Local

Respeto las decisiones de la gobernadora electa: Rodríguez Vallejo

También felicitó a Libia Denisse García Muñoz Ledo por la conformación de su equipo