Mercedes AMG GLB es emocionante

Cuando se trata de convertir un vehículo convencional en uno de alto desempeño, sin importar si es un sedán, un coupé o un SUV, varias firmas automotrices cuentan con su propio departamento de preparación y, en el caso de Mercedes-Benz, con el soporte de AMG, su brazo deportivo el cual, dicho sea de paso, este año está celebrando 55 años de existencia.

Sus ingenieros no sólo se encargan de modificar la parte mecánica, pues en el apartado estético también hay diferencias que no sólo le dan un aspecto más agresivo, sino que, además, son funcionales y, en el caso del Mercedes-Benz GLB 35 AMG, es más que evidente, una denominación que nos adelanta que se trata de la puerta de entrada a la familia de vehículos deportivos de la firma alemana.

Embellecedores de la salida de escape redondos y cromados / Jac

Por fuera, su carrocería de 4.63 metros de largo, 1.83 metros de ancho y 1.66 de alto, exhibe en la parte frontal una enorme parrilla, con dominantes verticales cromadas, que nos recuerda de inmediato al AMG GT, el máximo representante de esta división, y que se complementa con las tomas de aire de los extremos inferiores de la fascia.

El conjunto está montado obre un juego de rines de aleación de 19 pulgadas, mientras que en la parte trasera encontramos una fascia más agresiva, que muestra un difusor, dos grandes salidas de escape y un pequeño alerón en la parte superior de la cajuela.

Para describir lo que hay debajo de la carrocería de este SUV, es necesario colocarse en el asiento del conductor e iniciar la marcha. El gran protagonista es el motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbo, el cual fue calibrado para entregar 306 caballos de fuerza y 295 libras-pie de torque; la respuesta no sería tan eficaz si no fuera por el trabajo de la transmisión automática de doble embrague y siete velocidades, sobre todo en el modo de manejo Sport +, que libera todo su potencial.

Volante deportivo multifunción forrado en Napa / Jac

Otro de los cambios que hacen la diferencia de esta GLB de una convencional está en la suspensión, con una puesta a punto más rígida y un rediseño de algunos elementos para reducir el balanceo de la carrocería y hacerla más ágil en las curvas.

En el interior también encontramos un ambiente AMG, gracias a componentes como los asientos deportivos forrado en piel y microfibra, algunas molduras de fibra de carbono y, por su puesto, el diseño agresivo de las salidas del aire acondicionado, que se complementa con las dos pantallas de 10.25 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema de infoentretenimiento, detrás del volante y que se unen para dar la sensación de que se trata de una sola pieza.

Es un SUV que se transforma en un auténtico deportivo, pero que para el manejo citadino no resulta incómodo. Ese es su mayor encanto.

FICHA TÉCNICA

• Motor L4 Turbo de 2.0 litros
• Potencia 306 hp
• Torque 295 lb-pie
• Transmisión Automática 7 vel.

Precio desde $1,299,900

Rines AMG de 19 pulgadas en diseño multirradio. / Jac