Silao, Guanajuato.- Pese a que los tiempos finales muestran un paso avasallador, el piloto potosino Ricardo Cordero manifestó que el Rally del Bajío vio sus complicaciones en la lluvia que se presentó durante las etapas nocturnas y en la degradación de neumáticos con el fuerte calor que se dejó sentir por la mañana y tarde del sábado en los caminos asfaltados del municipio de Silao.
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“El crono o la diferencia podrá decir una cosa, hasta cierto era punto era lógico debido al coche que traemos, pero de verdad que el rally se volvió una carrera contra el desgaste de las gomas, a veces ibas sobre asfalto y de repente te encontrabas un mix de superficie empedrada, eso con el calor, el polvo, lo seco del camino, va elevando la temperatura de las llantas y te obliga a que cuides más tu performance”, dijo Cordero Hernández.
Sin embargo, el trabajo fue hecho a la perfección en compañía de su navegante Marco Hernández, con quien “llevamos mucho tiempo trabajando juntos, nos entendemos a la perfección y definitivamente su recorrido es clave para descifrar los secretos de rallies de este tipo que quizás no son tan largos, pero te demandan mucho en lo físico y mental, si acaso duermes tres o cuatro horas y ya estas otra vez arriba del auto y con condiciones muy diferentes a las de la noche donde hasta lluvia hubo, eso te cambia todo”.
Cordero va en caballo de hacienda no solo para ceñirse otra corona más del Campeonato Mexicano, sino también se encuentra punteando la clasificación principal del NACAM.
“Nuestro objetivo estaba puesto en prepararnos rumbo a lo que se viene en el cierre de temporada, todavía hay un par de fechas del NACAM, también queremos repetir victoria en la Carrera Panamericana que pasará por varios de estos tramos, así que el trabajo no termina y vamos por más, que se nos haga una bonita costumbre estar adelante”.
El binomio Cordero-Hernández ahora apunta hacia el Rally Sierra Juárez a finales del próximo mes en tierras oaxaqueñas, prueba que repartirá unidades para el CMR y NACAM.