Inspirado en su propia vivencia y proceso de recuperación por el cual tuvo que atravesar a consecuencia de lesión padecida que le llevó a retirarse como futbolista profesional, Edivaldo de Julián Posada, se ha vuelto un apasionado de la rehabilitación de niños y gente adulta como parte del grupo multidisciplinario deportivo Novaria, además de tener su propio grupo de entrenamiento funcional Crossfit.
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Edivaldo de Julian Posada de origen salmantino formó parte de varios equipos profesionales entre los cuales se puede mencionar Rayados del Monterrey, Necaxa, Toluca, Tecos, Reboceros de la Piedad (campeón) en liga de ascenso, Durango, Ballenas Galeana, Salamanca, Celaya, entre otros.
Al respecto comenta, “tuve la fortuna de jugar futbol profesional en varios equipos, esta experiencia me dejo muchos compañeros que algunos siguen jugando y otros ya se retiraron, me tocó recorrer casi todo el país jugando”.
A la edad de catorce años formó parte del Club Monterrey, “solo iba por dos meses a la sultana del norte, sin embargo, me registran en tercera división siendo menor, estuve seis meses, ahí me tocó jugar en Dallas la Copa Nike, llegamos hasta la final que perdimos contra Necaxa, ahí me ofrecen la oportunidad de ir a Aguascalientes sabiendo que su apellido es Posada por parte de José Guadalupe Posada -ilustrador y caricaturista mexicano-, no dudó en ir para allá donde hay parte de su familia, por la edad estuvo registrado en una liga de cuarta división siendo el menor de tercera división, ahí le tocó jugar un torneo de liga premier de fuerzas básica donde conoció al -Gullit- Peña, Alan Pulido, entre muchos otros jugadores que a la fecha siguen jugando”.
Durante el tiempo que formó parte del Club Necaxa sintió una gran responsabilidad por el tema del apellido y parentesco con José Guadalupe Posada, “me llegué a sentir hidrocálido”.
Como futbolista profesional el momento más importante que vivió fue con Reboceros de a Piedad, en Liga de Ascenso donde quedó campeón, “toda la plantilla quedamos marcados por ese campeonato, se formó una plantilla de muy buenas personas y amigos, fue una experiencia muy bonita ver como toda una ciudad pequeña se volcó en apoyo al equipo (sic)”.
A lo largo de su trayectoria como futbolista profesional jugó como defensa lateral y solo anotó goles de cabeza o palomita estando en fuerzas básicas de diversos clubs.
Su gusto por el futbol surge a temprana edad por su papá que le llevaba a sus partidos de futbol además de tener como tío por parte de su mamá al futbolista profesional de Primera División, Eduardo Posada que jugó para el equipo Irapuato.
Durante su infancia jugó en el equipo Grecia de la ciudad de Irapuato y en el Riama de Salamanca para después formar parte del Club Monterrey e ir a la Copa Nike en Dallas.
A la edad de 25 años una lesión puso fin a su carrera como futbolista profesional, “vine al Celaya a Liga de Ascenso, me mandaron a entrenar a segunda división que en aquel entonces era liga nuevos talentos, debido a que estaban en competencia entrenaba aparte, posteriormente realicé pretemporada y me ofrecen ir a Irapuato que era filial, mientras tanto seguía participando en los interescuadras con Celaya, siendo en uno de ellos que me ocurre una lesión, se revienta cuádriceps”.
A ello agrega, “le tocó a Roberto Alvarado cuando me tronó la pierna, íbamos corriendo juntos, disputando el balón, entonces sobrevino el intenso dolor que me dejé caer y no pude más”
Enfatiza, “fue una lesión que me tuvo mucho tiempo en depresión, gracias a mi esposa, en ese tiempo su novia, me ayudó a salir de la depresión, empecé con la rehabilitación, el diagnostico nada alentador, me decía que no volvería a caminar o apoyar bien con la pierna izquierda, durante este lapso de aceptación subí como 30 o 40 kilos, gracias a la rehabilitación se regeneró el músculo y comencé a caminar”.
“estoy muy agradecido con mi esposa y amigos que me acompañaron durante el proceso que me llevó asimilar la lesión y después iniciar con la rehabilitación, estuve yendo hasta Aguascalientes a rehabilitarme, afortunadamente salí adelante”.
Después de mucho tiempo de estar alejado del futbol y ya encontrándose mejor recibió la oportunidad de entrenar niños y ahora metido de lleno con el grupo de entrenamiento funcional de Crossfit.
Así también, colaboró con el grupo multidisciplinario deportivo de Novaria donde me encuentro enfocado a la activación física de niños y adultos mayores, esto es algo que me apasiona.
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Para ello cuenta con estudios de kinesiología y diversos cursos que le han ayudado a que las personas puedan recuperarse lo más pronto posible, “me gusta estar apoyando a la gente adulta y niños”.