Pachuca y Necaxa empatan a cero goles

Al Pachuca se le ocurrió empatar su primer partido del torneo en el momento menos oportuno. Los Tuzos fueron neutralizados por Necaxa, que negoció el 0-0 en su paso por el Estadio Hidalgo. No es es que haya sido un mal primer tiempo, simplemente que para el espectáculo si fue cloroformo puro. Tuzos y Rayos pusieron buenas intenciones pero eso no basta y llegaron sin goles al descanso. En verdad, poco que destacar. Alfonso Blanco, el arquero de Pachuca fue lo más rescatable. Dos atajadas de gente grande, una a disparo de Alvarado y otra en remate de Velázquez, evitaron que Necaxa se pusiera en ventaja.

Por su parte, al elenco de Diego Alonso le hizo falta velocidad y dinámica para destroncar a los visitantes. Puch fue el más insistente pero no tuvo eco en sus compañeros, metidos más al choque y a empujar en la cancha que a generar peligro.

Lo máximo que se acercaron fue con un disparo de Gutiérrez que Barovero desvió con firmes guantes. Aburridos, así acabaron luego de 45 minutos en la Bella Airosa.

LA MISMA RECETA

La soporífera receta continuó en el segundo tiempo. Un duelo que se fue por la terracería, es decir, la dureza que propuso Necaxa, apegado al orden en la defensa, sin que los Tuzos pudieran encontrar remedio al cerrojo. Nunca pudo Pachuca meterle otra velocidad al juego y eso facilitó las cosas a los Rayos. Tampoco rompieron el ritmo los ingresos de Sagal, Honda y luego Aguirre.

Alonso hizo lo que correspondía pero nada más su escuadra no se desató de la camisa de fuerza que le pusieron los hidrocálidos. Los Rayos, no tenían la obligación, así que les bastó repartirse bien las tareas y el esfuerzo para contener a su adversario, reduciendo los peligros a otro disparo de Gutiérrez que el “Trapito” Barovero tapó.

A los Tuzos les faltó imaginación, algo distinto para superar las dos bien plantadas líneas que levantó Necaxa cerca de su marco.

Ambriz actuó en consecuencia: González, Isijara y Villalpando para renovar su resistencia.

Se salieron los rojiblancos con la suya y Pachuca nada pudo hacer por evitarlo ayer.