/ martes 29 de marzo de 2022

Juan José González, el pentatleta que dio origen al Chango Gol

Las rutinas del Chango fueron sensación en basquetbol y futbol profesional

Su pasión por el basquetbol y el deporte en general, llevó a Juan José González Quintanilla, a convertirse en uno de los personajes más emblemáticos e icónicos del mundo de la animación deportiva del basquetbol, futbol e incluso béisbol profesional bajo el anonimato de la botarga del Chango, personaje adoptado como mascota oficial del equipo Petroleros de Salamanca.

“Desde chavo me gusto el deporte, practique el futbol y el basquetbol durante la secundaria y preparatoria, ganamos varios estatales en baloncesto con la secundaria técnica número 38, ahí jugaba como ala; en el futbol le pego más a malo que bueno, pero como Chango sé que la gente sabe que fui bueno”, comenta Juan José González.

El Chango inicio como botarga del equipo Petroleros de Salamanca de Basquetbol.

A ello agrega, “me gustaba ir a los juegos del Circuito Mexicano de Baloncesto (CIMEBA) a ver los Petroleros de Salamanca al Gimnasio Lázaro Cárdenas, notaba que le hacía falta algo, esa sal y pimienta para que permitiera fuera redondo el espectáculo, en la tele veía los partidos y me daba cuenta de la ausencia de un animador del equipo, inicialmente iba un torito de botarga de uno de los patrocinadores, se movía al ritmo de un tambor, sin embargo, era insuficiente para animar a la afición (zic)”.

A la par, la directiva del equipo Petroleros de Salamanca, también comenzaba a ver que los equipos de basquetbol tenían su propia botarga, de ahí que ellos también vieron la necesidad de hacer una para los Petroleros.

En su rutina de medio tiempo clavaba el balón en el aro.


Inicia como botarga del equipo de basquetbol profesional

En aquel entonces, aproximadamente entre el 2002 – 2003, Juan José González se acercó a las personas encargadas del proyecto Petroleros de Salamanca, entre ellas Leobardo Aguilar, responsable del área de relaciones públicas, planteó la posibilidad de hacer algo para animar al equipo del CIMEBA, “de él recibí mucho apoyo, así como de los directivos del equipo, con Leo se decidió el personaje, los primeros bosquejos fueron de un muñeco vestido de trabajador petrolero, sin embargo, él buscaba algo más divertido y atractivo, surgiendo la idea del Chango, quedando finalmente este como mascota del equipo”.

Además recuerda, “el primer traje fue hechizo o casero, se consiguió en una tienda de disfraces que estaba ubicado frente al tempo del Sagrado Corazón, la directiva dio la confianza y creyó en él personaje e invirtió”.

Acompañado de edecanes del equipo Petroleros de Salamanca de Basquetbol Profesional.

Con respecto a su primera aparición en el basquetbol profesional usando la botarga de Chango recuerda, “a pesar que la afición dentro del basquetbol es muy tranquila, fue con mucho miedo, poco a poco comencé a realizar mis rutinas, hacia prácticamente lo que quería, pura travesura, jugaba con las papitas de los vendedores o refrescos que entregaba a la gente, además de souvenir que hacían llegar los patrocinadores para dar a los más participativos en las dinámicas”.

La presentación del Chango como mascota del equipo sobre la marcha de la temporada, “las porristas se formaron en dos filas de frente, primero fueron presentados los jugadores, luego los reflectores y luces se apagaron, entonces sí, a manera de sorpresa fue presentada la nueva mascota de los Petroleros de salamanca”.

Lanzado por los aires por el grupo de porrista del equipo de Basquetbol Profesional.

Algunas de las rutinas que realizaba como animador del equipo era rodar hacia abajo por las gradas, fingiendo que se había resbalado; cruzaba la cancha corriendo cuando el juego estaba del otro lado; se mezclaba entre la porra contraria; ayudándose de un botador hecho por él y desde el cual se impulsaba para clavar el balón en el aro al medio tiempo e incluso entre cada cuarto del partido le daba por subir al tablero y ponerse de pie en las alturas.

Gracias a sus años de infancia dentro del pentatlón aprendió a realizar varios saltos, piruetas y acrobacias que eran todo un deleite para la afición, “realizaba el salto del tigre, vuelta en el aire, salto de campana, entre otros giros, con ello buscaba despertar el interés de la gente, aunque no era fácil por el traje, solo veía por unos agujeritos (zic)”.

Así también comenzó a interactuar con la afición, jugadores, edecanes y botargas de los patrocinadores, volviéndose una sensación gracias a su trabajo, carisma y forma única de llevar puesta la botarga del Chango.

Una de sus rutinas más aplaudidas era columpiarse en la tribuna con la soga.

Aun y no terminaba la temporada del basquetbol profesional, cuando el equipo de Futbol Petroleros de Salamanca de Segunda División ya quería tener al Chango en sus juegos de local.

Se convierte en Chango Gol en futbol profesional

Su paso del basquetbol al futbol profesional, se dio con una experiencia que le obligó aprender a hacer todo de nuevo, comprendió que la afición no era igual y que debía tener precaución al momento de realizar sus rutinas.

En su primer partido como animador del equipo Petroleros de Salamanca de futbol recibió una golpiza por parte de los seguidores del equipo Querétaro, “en mi primer partido en la Sección 24 había en las gradas dos bandas o cintas amarillas que decían precaución, era la zona de la barra visitante, se me hizo fácil cruzar pensando que nada me iba a pasar al estar en mi estadio, con mi equipo y afición, sin embargo, tras caminar unos pasos entre los aficionados del equipo visitante me comenzó a llover de todo, me dieron patadas y trancazos, afortunadamente la botarga estaba acolchonada por dentro, solo sentía empujones, me cubría de la cara que era la zona más frágil del traje, pensé en tirarme a la fosa para salir de ahí, me di cuenta que no podía seguir metido allí, a lo lejos vi un policía que me estiró la mano, entonces me llené de fuerza y seguí caminando hasta que alcancé a agarrar su mano, él me ayudo a salir de esa zona”.

Fue contratado por Cuauhtémoc Blanco para su gira de despedida como jugador profesional.

A pesar del mal momento vivido, Juan José González, no pensó en dejar la botarga, “siempre me han gustado los retos, no me gusta quedarme quieto, ni rendirme a la primera, así que seguí portando la botarga del Chango”.

Con el paso del tiempo comenzó a dar a conocer su personaje como el Chango que traía una tanga de hilo dental o con figuras debajo del short, misma que utilizaba para divertir con su rutina de stripties.

Cuando llegó el equipo de Primera A se metió más producción y dinámicas, con pura pantomima enseñó a la gente a decir aquello que él quería en apoyo al equipo.

En los partidos contra el Irapuato recuerda que llevaba un frasco grande de vidrio con mermelada, misma que derramaba sobre su vestimenta o de repente agarraba una cerveza y hacía que se la iba a tomar y con el puro movimiento de la mano invitaba a la gente a gritar “toda, toda, toda”.

De igual manera cuando se percataba que alguna persona se ofendía con sus rutinas se disculpaba sin mascara o llevaba un regalito (souvernir) y se los entregaba.

Realizando espectaculares acrobacias en los partidos de futbol en Salamanca.

A lo largo del partido se la pasaba divirtiendo a la gente, a veces se sentaba entre el público cuando veía un lugar vacío, “un día estaba sentado, empecé a oler a quemado, era un niño que estaba prendiendo fuego con un encendedor a los pies de la botarga”.

Así también sufrió un accidente, “ya tenía practicado bajar de Adelita por el barandal de las gradas, me deslizaba y llegaba hasta el barandal de la fosa donde pegaba un brinco y me descolgaba para caer de pie, un día me falló y me fui hasta debajo de la fosa, con la rodilla me pegué en la barbilla, en ese momento llevaba la lengua de fuera y me mordí muy fuerte, me tuvieron que coser, quedé tirado, todo era oscuridad total, pensé que se me había volteado la máscara, me la quitó y sigo sin ver nada, poco a poco regresó la claridad de la vista, anduve una semana con la vista mal, no enfocaba bien, gracias al apoyo de los médicos del equipo, cuerpos de emergencia y servicio médico me recuperé, es una experiencia que tampoco se le olvida a la gente”.

El momento cumbre de su rutina era cuando se colgaba de la soga amarrada al techo del estadio, se columpiaba de un lado hacia otro, “siempre se buscaba la manera de llenar el ojo a la afición, se innovaba e improvisaba”.

En otra ocasión por intuición volteó a las gradas al espacio donde estaban prendiendo un petardo la porra visitante, entonces intuyó que se lo iban arrojar, entonces corre y cuando llega a los espectaculares ubicados a los costados de la cancha realiza un salto de tigre quedando aturdido por el estruendo, después de unos segundos de permanecer tirado en el césped se levanta empuñando la mano en señal de estar bien, la afición se le entregó.

A la fecha participa en desfiles con motivo de la expropiación petrolera.

Con la botarga del chango, también viajo como parte del equipo, lo hizo para el clásico petrolero al contra Tampico Madero.

Así también, fue testigo del día en que el equipo Petroleros de Salamanca pierde en la Sección 24 ante Tapatío con gol de Javier “Chicharito” Hernández.

Además de conocer a infinidad de jugadores profesionales de basquetbol y futbol, conoció a la Botarga “Tigre Toño” de los Tigres de Quintana Roo de beisbol, un mimo que después de trabajar en el jardín de la sultana del norte se convirtió en la primera botarga de los Pumas en lograr un “cachún, cachún, rara” al unísono en el azteca, “intercambiamos experiencias y recibí muy buenos consejos por parte de él”.

El mote de Chango Gol surge porque así le comenzaron a llamar en diversos medios de comunicación como el ESTO, Periódico Sol de Salamanca, Canal 23 y Fox Sport.

Durante el tiempo que portó la botarga del chango tuvo el apoyo de su hermano, Abdiel González Quintanilla e igualmente invitó en varias ocasiones al “Chema” -baila como MichaeL Jackson en el jardín de Salamanca-, para que utilizara la botarga del Oso de las Pizzas Mercys, patrocinador del equipo.

De igual manera fue contratado por el jugador ex profesional y seleccionado nacional, Cuauhtémoc Blanco para la gira de su despedida, viajó con todos los gastos pagados en avión de ida y vuelta, estuvo en el estadio de Tuxtla Gutiérrez animando el partido entre Jaguares de Chiapas y amigos del homenajeado, además de encontrarse toda una semana promocionando el partido en aquel estado, “fue una experiencia muy buena, jamás me imaginé de esta oportunidad, con Cuauhtémoc Blanco me contacto Abraham –lobo- Barrera y el ex jugador de los Petroleros de Salamanca, Miguel Casanova (zic)”.

La última aparición de Juan José González con la botarga de Chango fue en el béisbol, se vio obligado a retirarse de manera preventiva por motivos de salud, después vinieron otras personas a cubrir ese vacío en aras del deporte”.

Acompaño de edecanes del equipo Petroleros de Salamanca de futbol profesional.

Con playera de la botarga, portó el número 01 y su nombre; actualmente juega el futbol uruguayo en la gambeta petrolera y acostumbra utilizar la camisa del equipo Operación Sur con el mote de Chango en alusión al tiempo que formó parte del proyecto Petroleros de Salamanca.

Actualmente cuenta con su propia botarga de Chango

A lo largo del tiempo y aunque el equipo se marchó de esta sede, Juan José Gonzáles, confeccionó su propia botarga de Chango para participar en desfiles del 18 de Marzo, el último traje con el apoyo de su esposa, “nos quedamos hasta las cuatro de la mañana diseñando el traje, es más estético, favorece más los movimientos, lo estrené recientemente en desfile con motivo de la expropiación petrolera con la agrupación uno de planta combinada, haciendo el ambiente al lado de Kike, otro personaje del mundo petrolero”.

Así también recordó haber presenciado la final de los Petroleros de Salamanca contra Puebla, aunque no como a él le hubiera gustado y encantado, usando la botarga del Chango Gol.

Para terminar señaló, “portar la botarga ha sido una experiencia gratificante que me permitió conocer muchas personas que aún se acuerdan del Chango Gol, ojalá y siga este personaje, no importa que no lo haga yo o tal vez se pueda hacer de manera conjunta en pro del deporte; que este personaje nunca muera”.

Cabe mencionar que hubo mucha gente que llevaba a sus niños a los juegos a tomarse fotos con él, a reírse de sus ocurrencias, travesuras, atrevimientos y todo lo que hacía como parte de un espectáculo cómico ligado a los equipos Petroleros de Salamanca.

Primeros rostros del Chango que divertía en los partidos del equipo Petroleros de Salamanca.


Su pasión por el basquetbol y el deporte en general, llevó a Juan José González Quintanilla, a convertirse en uno de los personajes más emblemáticos e icónicos del mundo de la animación deportiva del basquetbol, futbol e incluso béisbol profesional bajo el anonimato de la botarga del Chango, personaje adoptado como mascota oficial del equipo Petroleros de Salamanca.

“Desde chavo me gusto el deporte, practique el futbol y el basquetbol durante la secundaria y preparatoria, ganamos varios estatales en baloncesto con la secundaria técnica número 38, ahí jugaba como ala; en el futbol le pego más a malo que bueno, pero como Chango sé que la gente sabe que fui bueno”, comenta Juan José González.

El Chango inicio como botarga del equipo Petroleros de Salamanca de Basquetbol.

A ello agrega, “me gustaba ir a los juegos del Circuito Mexicano de Baloncesto (CIMEBA) a ver los Petroleros de Salamanca al Gimnasio Lázaro Cárdenas, notaba que le hacía falta algo, esa sal y pimienta para que permitiera fuera redondo el espectáculo, en la tele veía los partidos y me daba cuenta de la ausencia de un animador del equipo, inicialmente iba un torito de botarga de uno de los patrocinadores, se movía al ritmo de un tambor, sin embargo, era insuficiente para animar a la afición (zic)”.

A la par, la directiva del equipo Petroleros de Salamanca, también comenzaba a ver que los equipos de basquetbol tenían su propia botarga, de ahí que ellos también vieron la necesidad de hacer una para los Petroleros.

En su rutina de medio tiempo clavaba el balón en el aro.


Inicia como botarga del equipo de basquetbol profesional

En aquel entonces, aproximadamente entre el 2002 – 2003, Juan José González se acercó a las personas encargadas del proyecto Petroleros de Salamanca, entre ellas Leobardo Aguilar, responsable del área de relaciones públicas, planteó la posibilidad de hacer algo para animar al equipo del CIMEBA, “de él recibí mucho apoyo, así como de los directivos del equipo, con Leo se decidió el personaje, los primeros bosquejos fueron de un muñeco vestido de trabajador petrolero, sin embargo, él buscaba algo más divertido y atractivo, surgiendo la idea del Chango, quedando finalmente este como mascota del equipo”.

Además recuerda, “el primer traje fue hechizo o casero, se consiguió en una tienda de disfraces que estaba ubicado frente al tempo del Sagrado Corazón, la directiva dio la confianza y creyó en él personaje e invirtió”.

Acompañado de edecanes del equipo Petroleros de Salamanca de Basquetbol Profesional.

Con respecto a su primera aparición en el basquetbol profesional usando la botarga de Chango recuerda, “a pesar que la afición dentro del basquetbol es muy tranquila, fue con mucho miedo, poco a poco comencé a realizar mis rutinas, hacia prácticamente lo que quería, pura travesura, jugaba con las papitas de los vendedores o refrescos que entregaba a la gente, además de souvenir que hacían llegar los patrocinadores para dar a los más participativos en las dinámicas”.

La presentación del Chango como mascota del equipo sobre la marcha de la temporada, “las porristas se formaron en dos filas de frente, primero fueron presentados los jugadores, luego los reflectores y luces se apagaron, entonces sí, a manera de sorpresa fue presentada la nueva mascota de los Petroleros de salamanca”.

Lanzado por los aires por el grupo de porrista del equipo de Basquetbol Profesional.

Algunas de las rutinas que realizaba como animador del equipo era rodar hacia abajo por las gradas, fingiendo que se había resbalado; cruzaba la cancha corriendo cuando el juego estaba del otro lado; se mezclaba entre la porra contraria; ayudándose de un botador hecho por él y desde el cual se impulsaba para clavar el balón en el aro al medio tiempo e incluso entre cada cuarto del partido le daba por subir al tablero y ponerse de pie en las alturas.

Gracias a sus años de infancia dentro del pentatlón aprendió a realizar varios saltos, piruetas y acrobacias que eran todo un deleite para la afición, “realizaba el salto del tigre, vuelta en el aire, salto de campana, entre otros giros, con ello buscaba despertar el interés de la gente, aunque no era fácil por el traje, solo veía por unos agujeritos (zic)”.

Así también comenzó a interactuar con la afición, jugadores, edecanes y botargas de los patrocinadores, volviéndose una sensación gracias a su trabajo, carisma y forma única de llevar puesta la botarga del Chango.

Una de sus rutinas más aplaudidas era columpiarse en la tribuna con la soga.

Aun y no terminaba la temporada del basquetbol profesional, cuando el equipo de Futbol Petroleros de Salamanca de Segunda División ya quería tener al Chango en sus juegos de local.

Se convierte en Chango Gol en futbol profesional

Su paso del basquetbol al futbol profesional, se dio con una experiencia que le obligó aprender a hacer todo de nuevo, comprendió que la afición no era igual y que debía tener precaución al momento de realizar sus rutinas.

En su primer partido como animador del equipo Petroleros de Salamanca de futbol recibió una golpiza por parte de los seguidores del equipo Querétaro, “en mi primer partido en la Sección 24 había en las gradas dos bandas o cintas amarillas que decían precaución, era la zona de la barra visitante, se me hizo fácil cruzar pensando que nada me iba a pasar al estar en mi estadio, con mi equipo y afición, sin embargo, tras caminar unos pasos entre los aficionados del equipo visitante me comenzó a llover de todo, me dieron patadas y trancazos, afortunadamente la botarga estaba acolchonada por dentro, solo sentía empujones, me cubría de la cara que era la zona más frágil del traje, pensé en tirarme a la fosa para salir de ahí, me di cuenta que no podía seguir metido allí, a lo lejos vi un policía que me estiró la mano, entonces me llené de fuerza y seguí caminando hasta que alcancé a agarrar su mano, él me ayudo a salir de esa zona”.

Fue contratado por Cuauhtémoc Blanco para su gira de despedida como jugador profesional.

A pesar del mal momento vivido, Juan José González, no pensó en dejar la botarga, “siempre me han gustado los retos, no me gusta quedarme quieto, ni rendirme a la primera, así que seguí portando la botarga del Chango”.

Con el paso del tiempo comenzó a dar a conocer su personaje como el Chango que traía una tanga de hilo dental o con figuras debajo del short, misma que utilizaba para divertir con su rutina de stripties.

Cuando llegó el equipo de Primera A se metió más producción y dinámicas, con pura pantomima enseñó a la gente a decir aquello que él quería en apoyo al equipo.

En los partidos contra el Irapuato recuerda que llevaba un frasco grande de vidrio con mermelada, misma que derramaba sobre su vestimenta o de repente agarraba una cerveza y hacía que se la iba a tomar y con el puro movimiento de la mano invitaba a la gente a gritar “toda, toda, toda”.

De igual manera cuando se percataba que alguna persona se ofendía con sus rutinas se disculpaba sin mascara o llevaba un regalito (souvernir) y se los entregaba.

Realizando espectaculares acrobacias en los partidos de futbol en Salamanca.

A lo largo del partido se la pasaba divirtiendo a la gente, a veces se sentaba entre el público cuando veía un lugar vacío, “un día estaba sentado, empecé a oler a quemado, era un niño que estaba prendiendo fuego con un encendedor a los pies de la botarga”.

Así también sufrió un accidente, “ya tenía practicado bajar de Adelita por el barandal de las gradas, me deslizaba y llegaba hasta el barandal de la fosa donde pegaba un brinco y me descolgaba para caer de pie, un día me falló y me fui hasta debajo de la fosa, con la rodilla me pegué en la barbilla, en ese momento llevaba la lengua de fuera y me mordí muy fuerte, me tuvieron que coser, quedé tirado, todo era oscuridad total, pensé que se me había volteado la máscara, me la quitó y sigo sin ver nada, poco a poco regresó la claridad de la vista, anduve una semana con la vista mal, no enfocaba bien, gracias al apoyo de los médicos del equipo, cuerpos de emergencia y servicio médico me recuperé, es una experiencia que tampoco se le olvida a la gente”.

El momento cumbre de su rutina era cuando se colgaba de la soga amarrada al techo del estadio, se columpiaba de un lado hacia otro, “siempre se buscaba la manera de llenar el ojo a la afición, se innovaba e improvisaba”.

En otra ocasión por intuición volteó a las gradas al espacio donde estaban prendiendo un petardo la porra visitante, entonces intuyó que se lo iban arrojar, entonces corre y cuando llega a los espectaculares ubicados a los costados de la cancha realiza un salto de tigre quedando aturdido por el estruendo, después de unos segundos de permanecer tirado en el césped se levanta empuñando la mano en señal de estar bien, la afición se le entregó.

A la fecha participa en desfiles con motivo de la expropiación petrolera.

Con la botarga del chango, también viajo como parte del equipo, lo hizo para el clásico petrolero al contra Tampico Madero.

Así también, fue testigo del día en que el equipo Petroleros de Salamanca pierde en la Sección 24 ante Tapatío con gol de Javier “Chicharito” Hernández.

Además de conocer a infinidad de jugadores profesionales de basquetbol y futbol, conoció a la Botarga “Tigre Toño” de los Tigres de Quintana Roo de beisbol, un mimo que después de trabajar en el jardín de la sultana del norte se convirtió en la primera botarga de los Pumas en lograr un “cachún, cachún, rara” al unísono en el azteca, “intercambiamos experiencias y recibí muy buenos consejos por parte de él”.

El mote de Chango Gol surge porque así le comenzaron a llamar en diversos medios de comunicación como el ESTO, Periódico Sol de Salamanca, Canal 23 y Fox Sport.

Durante el tiempo que portó la botarga del chango tuvo el apoyo de su hermano, Abdiel González Quintanilla e igualmente invitó en varias ocasiones al “Chema” -baila como MichaeL Jackson en el jardín de Salamanca-, para que utilizara la botarga del Oso de las Pizzas Mercys, patrocinador del equipo.

De igual manera fue contratado por el jugador ex profesional y seleccionado nacional, Cuauhtémoc Blanco para la gira de su despedida, viajó con todos los gastos pagados en avión de ida y vuelta, estuvo en el estadio de Tuxtla Gutiérrez animando el partido entre Jaguares de Chiapas y amigos del homenajeado, además de encontrarse toda una semana promocionando el partido en aquel estado, “fue una experiencia muy buena, jamás me imaginé de esta oportunidad, con Cuauhtémoc Blanco me contacto Abraham –lobo- Barrera y el ex jugador de los Petroleros de Salamanca, Miguel Casanova (zic)”.

La última aparición de Juan José González con la botarga de Chango fue en el béisbol, se vio obligado a retirarse de manera preventiva por motivos de salud, después vinieron otras personas a cubrir ese vacío en aras del deporte”.

Acompaño de edecanes del equipo Petroleros de Salamanca de futbol profesional.

Con playera de la botarga, portó el número 01 y su nombre; actualmente juega el futbol uruguayo en la gambeta petrolera y acostumbra utilizar la camisa del equipo Operación Sur con el mote de Chango en alusión al tiempo que formó parte del proyecto Petroleros de Salamanca.

Actualmente cuenta con su propia botarga de Chango

A lo largo del tiempo y aunque el equipo se marchó de esta sede, Juan José Gonzáles, confeccionó su propia botarga de Chango para participar en desfiles del 18 de Marzo, el último traje con el apoyo de su esposa, “nos quedamos hasta las cuatro de la mañana diseñando el traje, es más estético, favorece más los movimientos, lo estrené recientemente en desfile con motivo de la expropiación petrolera con la agrupación uno de planta combinada, haciendo el ambiente al lado de Kike, otro personaje del mundo petrolero”.

Así también recordó haber presenciado la final de los Petroleros de Salamanca contra Puebla, aunque no como a él le hubiera gustado y encantado, usando la botarga del Chango Gol.

Para terminar señaló, “portar la botarga ha sido una experiencia gratificante que me permitió conocer muchas personas que aún se acuerdan del Chango Gol, ojalá y siga este personaje, no importa que no lo haga yo o tal vez se pueda hacer de manera conjunta en pro del deporte; que este personaje nunca muera”.

Cabe mencionar que hubo mucha gente que llevaba a sus niños a los juegos a tomarse fotos con él, a reírse de sus ocurrencias, travesuras, atrevimientos y todo lo que hacía como parte de un espectáculo cómico ligado a los equipos Petroleros de Salamanca.

Primeros rostros del Chango que divertía en los partidos del equipo Petroleros de Salamanca.


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