La Plaza de los Fundadores fue inaugurada en Diciembre de 1985, siendo un lugar desde entonces como esparcimiento para las familias irapuatenses y visitantes, un sitio de innumerables eventos artísticos, culturales y políticos.
En un poco de historia sobre este lugar en Irapuato, por los años 70 se encontraba la escuela ´Josefa Ortiz de Domínguez´, -quien no recuerda esta escuela- y quizá de quienes estuvieron en esta institución, nuestros padres o abuelos por esos años.
También a un costado se ubicaba la famosa cancha de basquetbol conocida como “Fernando Dávila” lugar que hasta hoy en día es muy recordada por la vieja guardia de este deporte.
Otra fueron las oficinas de tránsito municipal, la inspección y patio de la policía preventiva, además de las cárceles de hombres y mujeres que hacían esquina de lo que hoy Avenida Revolución y ahora Juana de Arco.
Y para los años 80 el entonces presidente municipal Ing. Sebastián Martínez Castro (+) decidió trasformar esta zona con lo que hoy se conoce como la plaza de los fundadores.
También sobre Plaza de los Fundadores se cuenta un mito, sobre la aparición de un hombre extraño que se hizo más frecuente después que estas construcciones fueron demolidas.
La gente del rumbo comentaba por aquellos años, que una vez terminada la plaza comenzó a escucharse como rumor que por las noches era constantemente ver a un hombre deambular por la plaza, inclusive se observaba que se metía hacia la arquería que colinda con el templo de Soledad y no lo veían salir, en otras ocasiones en altas horas de la noche también se observaba la silueta de una persona estar sentada entre las bancas, por el lado de donde un día fue la inspección de la policía.
Los comentarios sobre estas apariciones eran muy constantes en esa época la gente decía que era el alma de algunos de los presos, otros comentaban que era el “Famoso Ojo de Vidrio” un preso que se dice que también murió en esta cárcel en los años 70´s -aunque no se pudo comprobar este hecho-, pero el rumor era muy intenso en esas décadas.
También se contaba sobre la apareción de un hombre muy robusto y con un rostro sumamente triste con una vestimenta fuera de la época, que era visto salir de la plaza por donde se ubica la fuente de la identidad y perderse hacia el templo del Hospitalito, esto sucedía entre las 2 y 3 de la mañana.
Aunque hoy en día estos sucesos han quedo arraigados, pero aún hay personas que cuentan entre sus familiares y amigos que esta es una leyenda de lo que hoy es la Plaza de los Fundadores .