Irapuato, Gto.- El cerro de Bernalejo o del piloncillo como se le conoce por los irapuatenses forma parte importante de la historia de la ciudad y de éste se dice que fue en donde se asentaron los Purépechas considerados como los primeros pobladores de lo que hoy es Irapuato.
El cerro del piloncillo también fue considerado como un centro ceremonial por los antiguos pobladores de esta cultura y está ubicado a las orillas de lo que hoy es el fraccionamiento de Villas de Irapuato.
Este cerro que también fue considerado como una pirámide que era utilizado por estos pobladores para vigilar sus tierras y cosechas. Sobre los alrededores de este cerro también se han derivado varias leyendas y mitos.
Se dice que por los años 50´s algunos lugareños que tenían que ir a trabajar a sus tierras desde temprana horas, en ocasiones se encontraban con extrañas personas por los alrededores de este cerro e inclusive alguno de ellos eran vistos con vestimentas diferente a la época de esos años.
En ciertas ocasiones los campesinos querían entablar plática con estas personas pero no recibían respuesta alguna, simplemente los veía pasar con rumbo a hacia este cerro y se los perdían de vista, aunque algunos intentaban darles alcance no los volvían a ver.
También se cuenta que en las faldas de este cerro llegaban a observar personas a lo lejos que estaban realizando alguna tipo de ofrenda ceremonial y que al acercarse los lugareños para ver quienes eran estas, solo encontraban la fogata humeante y sobre estas encontraban piezas de barro con algún tipo de reliquias antiguas, lo raro que cuando los trabajadores del campo se acercaban a ese lugar no encontraban a nadie.
Se cuenta que por las noches y cuando había luna llena se observaban personas en la cima del cerro como si estuvieran realizando labores de vigilancia, ya que ha lo lejos se veía a estas con antorchas para deslumbra algún camino o cosa alguna que pudieran haber realizando en ese momento.
Y a la mañana siguiente los jornaleros por curiosidad subían a la cima del cerro a ver lo que había sucedido ese noche, pero no encontraban ni restos de cenizas de ramas o fogatas apagadas que hubieran dejado en ese lugar.
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Varias son las leyendas y mitos del cerro de Bernalejo que se dicen, pero estas son solo una pequeña parte de los que se cuenta y que ha sucedió a sus alrededores.
Así como se dice que ante estos sucesos se llegó a colocar la Cruz de los Misioneros del Espíritu Santo, aunque hay otras versiones el porqué fue llevada a este lugar.