El Charro Negro de Faja de Oro, una leyenda que sigue “viva” ¡Conócela!

La Leyenda del Charro Negro se remonta a la época de la Revolución

Miguel Manjarrez | El Sol de Salmanca

  · lunes 31 de octubre de 2022

La leyenda cuenta que al Charro Negro de Faja de Oro se le puede ver cabalgando tranquilamente o a todo galope por esta arteria vial. / Fotos: Carlos Cisneros | El Sol de Salamanca

SALAMANCA, Gto.- “El Charro Negro de Faja de Oro”, es la leyenda que cuenta como en las noches de Luna Llena, entre la vía del tren, la Calle Faja de Oro y las Calles Zaragoza y Cinco de Mayo se puede apreciar cabalgando tranquilamente o a todo galope a un rico hacendado que en la época de la revolución perdió la vida a manos de los insurrectos cuando estaba por advertir a los vecinos de Salamanca sobre la proximidad de los rebeldes.

La Leyenda del “Charro Negro de Faja de Oro” documentada por Eva Luz Villalón Turrubiates en su libro Salamanca Ciudad Encantada, que está por cumplir dos décadas de su publicación, describe que entre la vía del tren, la Calle Faja de Oro y las Calles Zaragoza y Cinco de Mayo había muchos solares muy grandes que poco a poco se fueron vendiendo. Habían sido terrenos de cultivo por siglos, pero al ir creciendo la ciudad de Salamanca se comenzó a extender la mancha urbana y muchos campos fueron fraccionados. Quienes compraron los que estaban entre las calles mencionadas, cuentan que cuando comenzaron a hacer sus casas, muchos de ellos encontraron muchos casquillos de bala enterrados.

Esto causó mucha curiosidad entre los propietarios, quienes comenzaron a indagar entre las personas de mayor edad de Salamanca el porqué de semejante descubrimiento. Ellos les decían que en la época de la Revolución, en esos campos se habían peleado varias batallas y que tal vez esos restos de balas eran lo que había quedado como recuerdo o testimonio de alguna de esas batallas.


De acuerdo a lo documentado por la escritora, en estos campos ubicados hasta el siglo pasado en las afueras de los límites de Salamanca, por las noches se aparece un charro vestido de negro y con una botonadura de plata, montando un caballo igualmente negro.

La escritora menciona que de acuerdo a la Leyenda este fantasma solo aparece en las noches de Luna Llena. Se le ve cabalgando tranquilamente por la Calle Faja de Oro; Toda la plata que lleva encima brilla a la luz de la Luna y su magnífico caballo avanza majestuosamente por la calle. Son muchas las personas que se han acercado a él, para tratar de hablarle, sin saber que en realidad no es más que una aparición e incluso cuenta que muchos han querido preguntarle qué hace un charro a esas horas por esa calle o tal vez felicitarlo por su hermoso caballo o comentarle algo sobre su impresionante traje lleno de plata. Pero por más esfuerzos que la gente hace, jamás han podido llamar su atención. Él simplemente prosigue su marcha. Como si no viera ni escuchara a quiénes tratan de detenerlo.

La leyenda especifica que El Charro llega hasta la esquina de la Calle Faja de Oro con Cinco de Mayo y de ahí se va en diagonal hasta el paso del desnivel. Antes, cuando ahí no había más que milpas y solares baldíos, le veía cabalgando a toda velocidad a través de los campos. Ahora se cuenta que lo han viso atravesar por entre las casas que están en su camino.

Al llegar al paso desnivel, a todo galope, la Leyenda indica que desaparece en el viento. Es decir poco a poco su figura se va disolviendo en la nada hasta desaparecer.


En su narrativa la escritora señal que tal vez nunca se sepa la verdadera identidad de éste personaje, pero la historia dice que se trata de un rico hacendado que una noche fue advertir a los vecinos de Salamanca sobre la proximidad de los revolucionarios, quienes le dieron alcance y con el odio, que estas personas les tenían a los hacendados, terminaron por asesinarlo ahí mismo, en uno de los campos cercanos a las vías del tren.

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Cuando ocurrió este supuesto hecho, aquella era una noche de Luna llena, y ahora el jinete vuelve a repetir su cabalgata siempre que a la luz de la Luna ilumina la ciudad, pero como en aquella ocasión, jamás logra llegar al centro de Salamanca, sino que desaparece por donde ya hace tanto tiempo fue asesinado.