“El Callejón del Diablo” es la leyenda que cuenta que un día apareció una mujer que su belleza atraía la atención de quien la veía, sin embargo, al conseguir su atención se convertía en el diablo.
La leyenda narra que cuando un joven, por decisión de sus padres tiene que salir de Salamanca para ir a estudiar a la ciudad de México, debido a que en esta localidad aún no se contaba con universidades, por lo que tuvo que emigrar a la capital donde conoció mayores diversiones.
Posteriormente el muchacho al regresar a Salamanca se da cuenta que en este pueblo ya le quedaba chico, pues ya no le daba la vida y diversión a la que se había acostumbrado en la Ciudad de México. Pero un día decidió salir a divertirse con sus amigos con quienes se reencontró.
Después de entrada la noche de parranda, el joven salmantino se despide de sus amigos y de regreso a su casa, observa a una hermosa mujer que se le acerca y le pide que la acompañe, sin dudar accede y queda maravillado por su belleza y atractivo.
Durante el camino y casi al llegar a la calle Tres Guerras, enfrente de donde estaba el molino -en la zona centro-, el muchacho nota algo raro en esta mujer y para entonces se dio cuenta que en realidad no estaba con una dama, sino con el demonio que lo engañó por ser una persona vulnerable y fácil de manipular.
Y es en este lugar en donde el demonio lo tortura y lo daña, dejándolo con graves lesiones que le ocasionaron la muerte.
Desde aquél suceso, la gente, a través del tiempo, nombran a esta calle como “El Callejón del Diablo”, ya que se dice que por las noches se aparece una persona extraña montando a caballo con un rostro no muy grato, que causa temor entre los habitantes de ese sector que tiene que pasar en altas horas de la noche por ese lugar, para ir a sus casas o a sus trabajos.
Según cuentan salmantinos, que esta leyenda es real, ya que algunos dicen que tuvieron amigos y familiares que en épocas pasadas les hablaban sobre esta historia, de haber visto a este desconocido jinete que entra a esta callejón sin jamás salir, también cuentan que han escuchado el galope del caballo por esta calle de Salamanca.