No te dejes engañar, el cadete Tello no existió. Aquí la verdadera historia de "La Incondicional"

¿Cómo se grabó el video de 'La Incondicional' y la curiosa amistad entre Luis Miguel y un cadete llamado Tello, fueron los temas de conversación de este fin de semana gracias a la serie del artista, lo que desencadenó la pregunta obligada sobre si en verdad había existido Tello y su relación con el cantante.

Las redes se dieron a la tarea de asegurar que esto había sido una realidad pero hoy lamentamos decirte que has sido engañado. El cadete Tello nunca existió y aquí te traemos la verdadera historia.

Todo comenzó porque Gustavo Serrano, conocido como @gooz25 en Twitter, creía haber encontrado a un compañero del cadete Tello, el cual había asegurado que lo conocía y que había estudiado en el Colegio Militar.

@Marshal_Mx fue el tuitero que aseguraba conocer a Tello pero parece que todo fue una mentira pues después de que estas declaraciones dieran la vuelta en la red, el supuesto compañero del cadete desapareció y dio de baja su cuenta, borrando todo rastro de lo que había dicho anteriormente.

Así que lamentamos romper tu corazón pero, no, el cadete Tello nunca existió.

Lo que en realidad pasó fue que José Luis Gutiérrez Arias y Flavia Atencio, guionistas de la serie, inventaron al personaje y le dieron el apellido de un buen amigo suyo, el también escritor Carlos Tello, según informó El Universal.

La verdadera historia del video

Gracias a una entrevista que Pedro Torres dio a la Revista Quién, ahora podemos saber que Luis Miguel efectivamente tuvo una cita en el Colegio Militar con el Secretario de Defensa, Don Antonio Riviello, quien tanto al cantante como al productor les dio la indicación de que tenían que estar más presentables cada que fueran y que al grabar el video de "La Incondicional", tenían que respetar los horarios de las actividades de los cadetes.

"El Secretario Riviello decidió apoyarnos. pero no lo hizo sin antes poner varias condiciones que creo fueron planteadas por nuestra primera visita. La primera de ellas era el tema del pelo. Teníamos que dar una mejor impresión y aunque no nos pidieron que nos rapáramos, sí nos demandaron que arregláramos bastante el peinado en nuestras visitas."

"Otra regla que no tenía discusión era que todo lo que filmáramos teníamos que hacerlo en los horarios en los que sucedía. Es decir, si queríamos filmar una clase de clavados, teníamos que unirnos al grupo que lo haría a las 6 de la mañana y si queríamos filmar en los comedores, teníamos que hacerlo a la hora de la comida con tal de no alterar el orden y la disciplina del Colegio".

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Asimismo, aseguró que el video ayudó tanto a Luismi para impulsar su carrera, como al Colegio para darle una mejor publicidad, la cual funcionó a la perfección pues tras el estreno del clip aumentó el número de reclutas.