A pesar de los trabajos de remediación que se han realizado en el predio de la extinta empresa Tekchem desde 2022 y la incertidumbre, sobre la falta de información a ambientalistas y activistas sobre los avances del confinamiento que se realiza al interior de esta empresa, Fronteras Comunes, la Colectiva Malditos Plásticos y Humanos por Amor a la Madre Tierra (Huamat), hicieron un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y demás actores involucrados de gobierno para atender la problemática de contaminación de Tekchem de la mano de las comunidades afectadas, activistas y ambientalistas que han luchado y resistido durante 24 años, por un medio ambiente sano y la salud humana.
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“A 24 años de la explosión con plaguicidas de la empresa de pesticidas Tekchem en Salamanca, no hay palabras para describir no sólo el daño, sino la omisión consiente gubernamental tanto de la federación, como del estado de Guanajuato para atender esta devastación ambiental y social que sólo se puede calificar como genocida”, así lo manifestó Marisa Jacott, directora de Fronteras Comunes.
Destacó el valor, trabajo y resistencia del trabajo ambiental de Maura Alicia Vázquez Figueroa, representante de Huamat, así como de voluntarios y comunidades afectadas por los plaguicidas, contaminantes orgánicos persistentes, metales pesados como mercurio, sustancias perturbadoras endocrinas entre otras sustancias peligrosas, bioacumulables, tóxicas y persistentes entre las que se encuentran Jardines de San Juan, La Cruz, la Obrera y Nativitas.
Señaló que, los ambientalistas y activistas seguirán alzando la voz para el principio enunciado por el Relator Especial de Naciones Unidas sobre las obligaciones de derechos humanos relacionadas con la gestión y eliminación ecológicamente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos, con la intención de recordarle al gobierno estatal, el deber que tienen los Estados de prevenir la exposición a las sustancias tóxicas y los desechos peligrosos.
El Relator de Tóxicos al que se sumó Fronteras Comunes y la Colectiva Malditos Plásticos, señala que es tiempo de señalar al estado mexicano y gobiernos, por estas injusticias ambientales que privilegian la protección de los intereses económicos frente a la protección de la salud, el medio ambiente y la igualdad.
Antecedente
El 12 de septiembre del año 2000 se registró un incidente en el proceso productivo de plaguicidas organofosforados que propició una explosión que generó una nube de agentes tóxicos que se dispersó y alcanzó a distancia de más de 20 kilómetros, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), prosiguió a la clausura temporal de la empresa.
La empresa, se dedicó de 1943 a 2007 a la fabricación y venta de plaguicidas organoclorados y fosforados, así como otros compuestos peligrosos, que en la actualidad están prohibidos mundialmente al ser nocivos para la salud humana y el medio ambiente.
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Después del incidente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), realizó la clausura temporal de la empresa, lo que originó que la compañía iniciara un proceso de rehabilitación, mismo que arrancó en 2021, luego de que en noviembre de ese año, el Diario Oficial de la Federación publicó el Decreto de ocupación temporal por tres años y 10 meses, para continuar con los trabajos de limpieza y remediación a fin de lograr un sitio que no represente riesgos para el ambiente y la salud de los habitantes de esa ciudad y en cuya zona, se ha construido tres celdas de confinamiento.