Platicar con sus clientes, atenderlos y preparar el cóctel de su invención, el “Tony Especial”, fueron las actividades más placenteras que en vida realizó Juan Antonio Vargas López, "Tony" como se le conoció por cinco décadas en las que se desempeñó como bartender; hoy tras su partida del mundo terrenal, su esposa, hijos y nietos, continúan en su memoria con el negocio familiar, cuyas recetas lo convirtieron en un personaje popular de Salamanca e hicieron que sus cocteles fueran buscados por consumidores de otros municipios como León, Irapuato, Celaya y Valle de Santiago por mencionar algunos.
A días de su partida, su hija Monse Vargas, compartió para El Sol de Salamanca, parte de la historia de su padre y cómo fue que él decidió después de años de trabajo con su hermano, emprender su propio negocio junto a su esposa y cuatro hijos, que desde muy temprana edad trabajaron arduamente para consolidarlo.
“Yo era muy niña, tenía nueve años, mi hermano ocho, estábamos aquí pues con él todo el tiempo, aquí empezó él con mamá, él venía del restaurant bar La Parroquia, después de muchos años emprendieron aquí ellos dos juntos y nosotros limpiamos las mesas, al principio el establecimiento era una parte pequeña, pero tenía tres pisos, así que todo el día los meseros subían corriendo, bajaban, y él todo el día se pasaba en la barra preparando sus bebidas”, compartió.
Al interior del restaurante de carnes asadas “Tony”, un lugar enclavado en la calle Abasolo, casi en su intersección con Pasajero en la zona centro; Juan Antonio Vargas creó sus propias recetas de cocteles como el “Tony Especial” o la “Crema Hawaiana”, además de dar su toque especial a otros ya conocidos como el Bull, Bloody Mary, Ruso Blanco, Medias de Seda, Acapulco y Micheladas por mencionar solo algunas de la amplia variedad que se preparan en el lugar.
“Aquí empezó a hacer bebidas algunas que él las que las inventó, por su experiencia de tantos años, a nosotros nos decía vengan y fíjense como se hacen, que se le pone, tanto a mí como a mi hermano Santi y a mis hermanas, que siempre han estado aquí apoyando y este negocio gracias a Dios nos ha dado mucho, yo creo que se empieza desde cero y ha sido un camino muy difícil, él padeció sus enfermedades, pero siempre estuvo al frente del negocio”,
En el último trago
Como si de una partida bohemia se tratara, al más puro estilo de la canción “En el último trago”, de José Alfredo Jiménez, Juan Antonio Vargas falleció la tarde noche del pasado domingo 3 de noviembre, justo después de la hora de cierre de su negocio, al que visitaba con menos frecuencia debido a su condición de salud.
“No tiene mucho que dejar de venir, tenía menos de dos meses (…) se fue feliz la verdad, sí estuvo malito últimamente, pero todavía hablaba, estaba bien no le dolió nada, ahora el negocio continua como lo pidió, no queda más que apoyar a mi mamá que ahora es la cabeza (…) todavía platicamos bien con él el sábado, ya el domingo que murió fue más complicadito platicar con él, pero estuvimos ahí con él, se esperó a que cerráramos, mi papá falleció a las siete y aquí se cierra a las siete y nos esperó”.
En este sentido su mamá, hermano y hermanas agradecieron todas las muestras de cariño de sus allegados, pero también de los amigos, los clientes y todas las personas que un día tuvieron la dicha de conocer a Tony, quien ahora vive en el recuerdo de todos ellos, poniendo música, limpiando su barra, preparando sus bebidas y disfrutando del apoyo de toda su familia.