Con motivo del 55 aniversario de la llegada del mensaje de Alcohólicos Anónimos a Salamanca, se realizó una junta pública informativa en donde se rindieron testimonios sobre las consecuencias que dejó su adicción a miembros de esta asociación.
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“El único requisito de ser miembro de Alcohólicos Anónimos es el dejar la bebida, nuestro objetivo principal es el mantenernos sobrios y mantener este estado de sobriedad entre todos nosotros; el día de hoy hablaremos de lo que es Alcohólicos Anónimos. Si saben que la bebida le causa algún inconveniente o su manera de beber ha llegado a preocuparse, por ello llevamos a cabo este foro”, señaló Juan Ricardo Sandoval, vocero de la Diócesis de Irapuato.
También se contó con la presencia de Tomás Peralta Huitrado, director del CESSA Valtierrilla y miembros de las distintas asambleas de AA en distintos puntos de la República Mexicana. En las pláticas realizadas por parte de algunos integrantes de Alcohólicos Anónimos se esperó que a más de un presente en ellas se puedan dar cuenta del problema que se presenta al no tener un control con la bebida.
“Nosotros somos persona que hemos llegado a entender y vivir que no podemos controlar nuestra manera de beber nos hemos dado cuenta de que tenemos que vivir sin alcohol y tenemos que evitar el desastre para nosotros mismos y para la gente que está allegada a nosotros; somos parte de una comunidad internacional de carácter informal con grupos locales en miles de comunidades y que en la actualidad tiene miembros en más de 180 países”, comentó Trini "N", miembro de A.A.
En lo que respecta al municipio de Salamanca, se cuenta con un total de 44 grupos de Alcohólicos Anónimos esparcidos a lo largo de la ciudad, en donde se comparte cuando es necesario la experiencias con la bebida a personas de todas las edades y de diversos estratos sociales.
“Algunos de nosotros vivimos muchos años con la bebida, antes de darnos cuenta de que ya no podíamos controlar el alcohol y otros tuvieron suerte en su juventud de conocer que la bebida sería algo inmanejable. Las consecuencias de nuestra forma alcohólica de beber también han sido muy variadas, unos cuantos de nosotros nos habíamos convertido en indigentes antes de acudir a AA para solicitar ayuda, algunos otros habíamos perdido nuestras familias, bienes y dignidad. Hemos vivido en barrios de mala muerte, en la calle o casas abandonadas, otros en hospitales o encarcelados y hemos cometido grandes ofensas ante la sociedad, nuestras familias, y contra nosotros mismos”, señaló Rodolfo “N”, integrante de A.A.
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Alcohólicos Anónimos nace un 10 de junio de 1935 en la ciudad de Akron, Ohio en Estados Unidos, cuando dos alcohólicos crónicos: Robert H. Smith y William Griffith Wilson se encuentran y a través del compartimiento de sus experiencias como bebedores problema, alcanzan el estado de sobriedad permanente. El éxito de este resultado está basado en la idea de que un alcohólico puede ayudar a otro alcohólico a través de un puente de comprensión.