Uno de los lugares de Jaral del Progreso que se ha convertido en un punto de reunión por excelencia es la plazoleta Anselmo Ramírez.
Pero, ¿de dónde proviene este nombre? La plazoleta lleva el nombre de quien fue un ilustre personaje que donó muchos terrenos a los habitantes del lugar, uno de ellos el que ocupa la actual plazoleta que lleva el nombre en su honor y está cerca del edificio de la Presidencia Municipal de Jaral del Progreso.
En el lugar que mucha gente conoce también como la Explanada Anselmo Ramírez y ahí hay un busto de este personaje en placa de cantera.
En dicha placa se lee: “Jaral del Progreso, en el primer siglo de su vida próspera, consagra este homenaje de profundidad gratitud a la bendita memoria de su ilustre y abnegado fundador Anselmo Ramírez, con fecha del 9 de junio de 1931”.
De acuerdo con el investigador y profesor, Miguel Martínez López, Anselmo Ramírez nació en el año de 1799 y murió en 1839 a los 40 años y es considerado como un benefactor en el municipio de Jaral del Progreso.
Nació en una cabaña de Los Ramírez
Anselmo Ramírez nació en una humilde cabaña de la comunidad de Los Ramírez, que junto con Los López, Los Vargas y Mezquite Gordo eran conocidas en conjunto con el nombre de las Labores de Jaral, dependientes en lo civil de Valle de Santiago y en lo eclesiástico de la Vicaria de San Nicolás de los Agustinos, en el Obispado de Michoacán.
Destacaba entre los poblados del rancho Los Ramírez un hombre honrado y trabajador, amante del progreso, de talento natural, joven aún llamado Anselmo Ramírez, hijo de José María Ramírez Tinajero y de un campesino llamado igual que él.
En 1817, en una reunión entre Anselmo, sus amigos y compañeros, le hablaron de la triste situación en que se encontraban, alejados de centros de importancia, en pleno periodo de insurrección y no había un sacerdote que les impartiera auxilios espirituales oportuna y convenientemente, pues era muy complicado viajar en tiempo de lluvias de la Hacienda de San Nicolás hasta el pueblo donde se ubicaba la Parroquia de San Nicolás Tolentino, por lo cual resolvieron solicitar permiso de las autoridades respectivas para la construcción de una capilla rural.
Al llegar, se entrevistó primero Anselmo Ramírez con el Vicario de aquella hacienda, Fray Agustín Boricay , después al provincial fray Salvador Perea, este último con residencia en la ciudad de Querétaro, sin conseguir ninguna resolución satisfactoria.
Logró comprar la hacienda
Gracias a la intensa labor de Anselmo Ramírez, logró reunir algunos ahorros y compró la finca rústica perteneciente a doña Nicolasa Ruiz.
En posesión de ese rancho, el 9 de junio de 1831, invitó a varios de sus amigos y viejos colaboradores, procedió a efectuar las medidas relacionadas con el fraccionamiento de lotes para casas, dejando entre ellas el espacio que deberían ocupar las calles del futuro pueblo, la plaza, la cárcel y el lugar de la última morada.
El investigador Miguel Martínez destacó que el permiso lo obtuvo Anselmo Ramírez, después de un viaje a la Ciudad de México y consta en oficio firmado por don Juan Ruiz de Apodaca, Conde del Venadito el 21 de agosto de 1819.
Además, fijo a los diferentes lotes el precio de veinte reales, luego les avisó a todas las personas que quisieran comprar un terreno que lo pudieran hacer, eligiendo su terreno en donde les gustara. Varias personas manifestaron que no tenían los 20 reales, por lo cual Anselmo Ramírez les dijo que tomaran posesión y que más tarde le pagarían y les pondría escritura.
Con esta amplitud se quedaron varias personas con sus terrenos, sin pagarlos y sin ninguna
Muere joven el benefactor
El investigador Miguel Martínez agregó que el señor Anselmo Ramírez nació el 3 de abril de 1839, al cabo de larga y penosa dolencia ocasionada por el trabajo diario en el campo y la mala alimentación falleció a los 40 años; en el lugar donde quedó fue auxiliado por un sobrino Fray Pablo Basurto, un sacerdote franciscano, que estaba de visita, pues le debía el logro de su carrera sacerdotal.
Del matrimonio de Anselmo Ramírez con María Luz Vera surgieron seis hijos, quienes fueron Ambrosio, Rafaela, Gregorio, Tomás, Alejandro y Pánfilo, que se enlazaron con miembros de los principales fundadores de Jaral del Progreso.
Posteriormente, en 1931 los habitantes del lugar junto con el presidente municipal de Jaral del Progreso, Manuel Patiño Procel, decidieron poner un busto en el la plazoleta principal del lugar a la cual le llamaron Explanada Anselmo Ramírez en honor de este personaje ilustre.
En este lugar se llevan a cabo varios eventos, como es el tradicional Grito de Independencia y otras festividades de importancia para Jaral del Progreso.