Jaral del Progreso está de fiesta, pues el 14 de septiembre será celebrado el aniversario número 434 de su fundación y para ello se ha preparado una fiesta especial.
El cronista de Jaral del Progreso, Florencio Ramírez Martínez, comentó que no se tienen datos acerca del significado y origen del nombre aplicado a este lugar, pero se cree que proviene de la planta llamada jara. Las jaras son varas o arbustos silvestres abundantes en la región, notables por su aromática resina, flores efímeras y numerosos pétalos amarillos.
Por ello, dijo que el nombre de Jaral del Progreso significa Jaras “lugar de jaras” y le pusieron ”del progreso”, porque muchas personas son muy trabajadoras y tienen su empleo en este municipio o en otros cercanos como Irapuato, Valle de Santiago, Cortázar, Salamanca o Celaya. Además, la mayoría se dedica a trabajar en la agricultura para llevar alimento no solamente para sus familias, sino para muchos guanajuatenses.
Tanto las fundaciones de pueblos para españoles, como la eclesiástica, fueron dotadas con toda amplitud, con toda grandeza, mientras que a los pueblos indios solamente se les dieron tierras para que sembraran y vivieran. A dichos repartos se les dio el nombre de “mercedes reales” o donaciones para estimular la colonización de los territorios desiertos conquistado.
Historia del territorio
De acuerdo con el cronista de la ciudad, el terreno sobre el que está asentada la cabecera del municipio de Jaral del Progreso perteneció a Diego de Turincatti, indio principal y natural de Yuriria, quien lo obtuvo del octavo virrey de la Nueva España, don Luis de Velasco.
Recordó que el 14 de septiembre de 1550, alrededor de 85 hectáreas ubicadas cerca de Camémbaro (lugar que actualmente es el municipio de Valle de Santiago) y cerca de Yuriria los españoles decidieron que entre estos municipios como Valle de Santiago, Yuriria, Cortazar y cerca de Salvatierra se construiría una villa, por lo que le dieron esas 85 hectáreas a los caballeros que participaron en la conquista, colonización o población de los distintos territorios de Indias.
De esta manera, una vez que la alcaldía mayor de Celaya asignó al teniente Juan López de Salcedo a un escribano y testigos, éstos aceptaron e hicieron el juramento, por lo que un grupo de indígenas, junto con los españoles, decidieron poblar esa villa; sin embargo, primero Juan López de Salcedo tomó del brazo a Diego Turincati y de manera pacífica, sin contradicción alguna lo introdujo a las dos caballerías de tierra.
Florencio Ramírez explicó que las condiciones que pidió el virrey Don Luis de Velasco, el menor para Diego Turincati fueron que dentro de un año se labraran y cultivaran las dos caballerías de tierra, todas o la mayor parte que el producto fuera en parte común con sus colaboradores, que no tuviera el terreno más ganado del necesario para su labor y beneficio que le terreno debía dedicarse al trabajo de labranza procediendo por lo tanto al desmonte para convertirlo en sembradío.
Además, se le advirtió que, si durante cuatro años consecutivos lo mantuviera ocioso sin cultivo, advirtiéndole que durante ese tiempo no podrá disponer de dichas tierras para venderlas o enajenarlas (rentarlas).
El cronista del municipio comentó que en esos terrenos había espesos y dilatados bosques de mezquites, espinosos huizaches, jarales siempre en flor y matorrales donde brincaban los insectos, era lo único que había por estos lugares, era zona de paso para las tribus seminómadas, entre los valles de Camémbaro (Valle de Santiago) y Huatzindeo, éste último es un vocablo purépecha que traducido al español significa lugar de montones de piedra, el cual es el municipio de Salvatierra.
De esta manera, con el paso de los años surgieron un grupo de humildes cabañas “Los Vargas”, “Los López”, Mezquite Gordo y Ramírez conocidas en conjunto con el nombre de rancherías de Jaral dependiendo de lo civil de Valle de Santiago, provincia de Guanajuato y en lo eclesiástico de la Vicaria de San Nicolás Guatizendeo (hoy San Nicolas de los Agustinos, que pertenece a Salvatierra) de la jurisdicción del curato de Yuriria en el obispado de Valladolid, hoy Morelia.
Por ello, a partir del 14 de septiembre de 1590 varios personajes decidieron fundar su propio municipio y llamarlo Jaral (lugar de Jaras) y luego otro habitante del lugar al ver que había mucha gente que trabajaba en el campo decidieron llamarle del Progreso. De esta manera, cada 14 de septiembre se realiza un festejo en honor de este municipio.
Los festejos iniciaron desde el primero de septiembre y finalizarán hasta el 16 de septiembre, para conmemorar los 434 años de la fundación de Jaral del Progreso, que junto con los municipios de Salvatierra, Acámbaro y Yuriria son los más antiguos del estado de Guanajuato.