IRAPUATO, Gto.- Durante 2022, en Salamanca durante 86 días se han superado los niveles de concentración de partículas de Dióxido de Azufre, un contaminante que en Guanajuato sólo pueden generar la refinería Ingeniero Antonio M. Amor y la Central Termoeléctrica de Salamanca; incluso, municipios vecinos como Celaya e Irapuato también han superado los niveles de contaminación, a pesar de que ellos no tienen fuentes que pudieran generar éstos.

Isabel Ortiz Mantilla, secretaria de Medio Amiente y Ordenamiento Territorial, habló en exclusiva con Organización Editorial Mexicana y dijo que el que en menos de una semana, en Salamanca haya habido dos precontingencias por las concentraciones de partículas de Dióxido de Azufre es un tema que debe alertar, pues se trata de un contaminante que no sólo provoca daños al medio ambiente, sino también, y así está documentado, provoca afectaciones a la salud de las personas que las respiran.

Sin embargo, la secretaria de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial expuso que el tema debe llevar a una profunda reflexión, pues los picos más altos de las concentraciones se están presentando en las madrugadas, por lo que no se le puede echar la culpa ni a los vehículos que circulan, ni a las quemas de pastizales, que no ha habido en esta temporada, ni tampoco a quema de pirotecnia; las emisiones de Dióxido de Azufre provienen de la quema de combustible para procesos industriales y las únicas dos fuentes que pueden hacer esas emisiones son la Refinería Ingerniero Antonio M. Amor y la Central Termoeléctrica de Salamanca.

Por ello, Isabel Ortiz Mantilla explicó que durante el transcurso del lunes, una vez que fue activada la segunda precontingencia ambiental en Salamanca, sesionaron los integrantes del programa de contingencias atmosféricas y ahí acordaron tres cosas: reforzar las acciones de comunicación, para no sólo actuar de manera reactiva, sino preventiva para evitar otras situaciones con altas concentraciones de contaminantes; segundo pedir nuevamente a la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor y a la Central Termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad el estatus de cómo están trabajando y del porqué estas emisiones, cuando se había acordado que la utilización de hidrocarburos para los procesos de ambas industrias sería sólo temporal, cuando hubo escasez de gas natural, pero que de acuerdo con los días en que se han superado las normas ambientales, esta práctica se sigue haciendo; el tercer acuerdo es analizar los daños que estos contaminantes generan en la salud humana y para ello ya se tienen casos documentados que se presentaban durante 2005, cuando la refinería hacía sus procesos con la quema de combustibles.

Altos niveles de contaminación

Isabel Ortiz Mantilla explicó que la Norma Mexicana vigente en cuanto a las emisiones de Dióxido de Azufre establece que como máximo debe haber75 partículas por billón suspendidas en el aire; sin embargo, en la precontingencia ambiental del 16 de junio hubo 241.6 partes por billón y en la del 20 de junio hubo 285 partes por billón.

“Entonces de 75 a 285 claro que es un incremento muy importante e incluso hay estudios de posibles afectaciones en un corto tiempo, entonces por eso se ha ido actualizando la norma y por eso para nosotros es importante medir, no sólo para ver lo que sucede o para prevenir, sino también para monitorear qué es aquello que podría causar daños a la salud”.

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Y es que los estudios han demostrado que el Dióxido de Azufre es un contaminante que no sólo afecta a los seres humanos, sino a los ecosistemas y que, al mezclarse con agua, puede generar lluvia ácida, por lo que si siguen los altos niveles en esta época pluvial, el problema se agrava.

La Secretaria de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial dijo que esperan que Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad por fin pueda abrirles la puerta para ver cómo son sus procesos, pues no habría ninguna fuente que pudiera generar esos niveles de contaminación, como ambas empresas federales, pero que hasta el momento no han reducido el uso de hidrocarburos en sus procesos de producción y ello se ha traducido que casi la mitad del año Salamanca haya estado respirando aire contaminado.