Alberto de la Torre Gleason, director de Medio Ambiente, informó que, uno de los retos principales en Salamanca ha sido la reducción de las emisiones de dióxido de azufre (SO₂), un contaminante con graves efectos para la salud y el medio ambiente, destacando los esfuerzos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para realizar inversiones significativas para mitigar las emisiones de dióxido de azufre.
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La normativa ambiental ha evolucionado considerablemente en los últimos 20 años, volviéndose más estricta en cuanto a los niveles de concentración permitidos de Dióxido de Azufre (SO₂).
En respuesta a estas regulaciones, Petróleos Mexicanos ha realizado inversiones significativas para mitigar las emisiones de dióxido de azufre. Un ejemplo destacado es la instalación de una desulfuradora para eliminar el azufre del combustóleo, reduciendo así las emisiones de SO₂. Esta tecnología avanzada refleja un compromiso con la mejora ambiental y la reducción de contaminantes.
Adicionalmente, el funcionario municipal indicó que el gobierno federal ha invertido en la modernización de la infraestructura energética en Salamanca con la construcción de una nueva planta de ciclo combinado para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Esta tecnología que utiliza gas como combustible principal en lugar del combustóleo con alto contenido de azufre, promete una reducción significativa en las emisiones de dióxido de azufre. Las pruebas de arranque de esta planta comenzaron en junio y se espera que entre en pleno funcionamiento en los próximos meses.
De la Torre Gleason subrayó los avances normativos y tecnológicos en la región. "En los últimos 20 años, hemos visto un progreso notable en la reducción de contaminantes, especialmente el dióxido de azufre. Somos conscientes de nuestra responsabilidad y estamos comprometidos con seguir mejorando nuestras prácticas para proteger el medio ambiente y la salud de nuestra comunidad", afirmó.
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El corredor industrial que abarca desde Querétaro hasta Guanajuato, incluyendo ciudades clave como Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León, se encuentra una región vital para la economía del país. Este corredor industrial no sólo aporta significativamente al Producto Interno Bruto (PIB), sino que también enfrenta desafíos ambientales importantes, reconocidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como una región de emergencia sanitaria y ambiental, debido a su alta industrialización.