En una menor algarabía, la feligresía local celebró al patrono de Salamanca, San Bartolomé Apóstol, fundador de la Villa de Salamanca de la Nueva España en 1603, para acentuar las bases de la fe en una ciudad caracterizada por el turismo religioso.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
La celebración a San Bartolomé Apóstol, patrono de Salamanca, comenzó desde el pasado 21 de agosto y culminó el 24 del mismo mes, durante este tiempo se realizaron peregrinaciones por las distintas calles aledañas al Santuario Diocesano del Señor del Hospital, acompañadas de la cera y los distintos grupos parroquiales.
El padre y rector del Santuario Diocesano del Señor del Hospital, Sergio Gonzales López, dijo que Salamanca cuenta con una inmensa riqueza religiosa, que ha llevado a festividades como los gremios y el Cristo Negro a formar parte de la identidad salmantinas, de la misma forma sucede con San Bartolomé Apóstol, pues, aunque es una de las celebraciones menos efusivas en relación con las dos anteriores, no deja de ser importante al tratarse del santo considerado patrono de Salamanca.
Te recomendamos: Piden a San Bartolomé acabar con pandemia
“La parroquia del Señor del Hospital fue erigida en 1603 y se eligió a San Bartolomé, para que presidiera un santo la comunidad parroquial, permitiéndole obtener el título de santuario, debido al fervor y entusiasmo que ha generado entre la feligresía”, explicó.
Fue el cinco de febrero de 1603, cuando Bartolomé Sánchez Torrado, realizó las gestiones para el trazado de las avenidas calles y callejones de la Villa de Salamanca, fue durante estas acciones que se eligió un espacio para fundar y edificar el santuario, recinto capaz de albergar a miles de feligreses.
La primera piedra se colocó el 24 de agosto de 1603 y se nombró a San Bartolomé Apóstol como Santo Patrono de la Villa de Salamanca, esto por la razón de que llevaba el nombre del fundador Bartolomé Sánchez Torrado.
La fiesta en honor del Santo Patrono de Salamanca, es una tradición que data de más de 200 años y nació en el seño de la familia Belmán Rosales, originarios de Nativitas, fue una costumbre que luego de años se trasladó a lo que se conoce hoy en día como Parroquia Antigua, uno de los recintos principales del siglo pasado y que recibió el nombre de San Bartolomé Apóstol.