Cerro de La Cruz, tres décadas de contaminación y negligencia

Durante años fueron depositados lodos tóxicos por parte de la empresa Quidesa, los cuales no sólo provocaron daño ambiental, sino también en la salud de las personas de comunidades rurales

Sanjuana Medrano / El Sol de Salamanca

  · lunes 18 de marzo de 2024

Contaminación de este sitio inició desde 1995. / Fotos: José Almanza / El Sol de Salamanca

Desde hace casi tres décadas, el Cerro de La Cruz se ha convertido en el tiradero tóxico más grande de Salamanca y a pesar de que ha habido ordenamientos federales para la remediación de las afectaciones causadas en este lugar, nada ha sucedido, mientras que varias han sido las personas que en su salud padecen los estragos de esta contaminación.

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La falta de regulación en el Cerro de La Cruz ocasionó que este banco de material se convirtiera en una presa fácil para el depósito de residuos tóxicos, conocidos como lodos tóxicos, y que con el paso del tiempo afectaron a la población salmantina; se estima que hay más de 30 mil toneladas de lodos tóxicos que están al aire libre.

Por años esta situación ha sido ignorada por gobiernos federales, dejando en completo abandono el sitio, esto pese a los reclamos constantes de ambientalistas por los daños ecológicos y a la salud que causan.

Aunque la problemática es de índoles federal, el gobierno municipal se ha encargo de insistir a las autoridades correspondientes en el saneamiento del sitio, al solicitar que sea incluido dentro de las zonas prioritarias a atender en el próximo sexenio, mediante el programa Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA), en donde recientemente se incluyó a Guanajuato.

Casi tres décadas de contaminación

La contaminación del Cerro de La Cruz inició desde 1995, año en que la empresa Químicos y Derivados S.A. adquirió los terrenos en donde dispuso sus residuos que surgían de la producción de aceites y cremas para niños.

Estos productos que elaboraba eran vendidos como amigables con el medio ambiente, no así los desechos surgidos de la elaboración de éstos que se concentraron en el sitio y que eran lodos petrolatos derivador de la utilización del petróleo para la elaboración de dichas cremas y aceites. Desde 1995 estuvo depositando estos residuos en un socavón que supuestamente rentaba en el Cerro de la Cruz, sin saber que ello era un daño ambiental que aún persiste.

Con el paso del tiempo, en comunidades cercanas al Cerro de la Cruz, como San José de Uluapa, comenzaron a surgir casos de enfermedades renales y cancerígenas a las personas que radican cerca del lugar, debido a los metales pesados.

Los fuertes olores, muy parecidos al ácido en épocas de calor, son los otros males que a casi 30 años de distancia siguen causando en la zona.

Impunidad total

Después de haber clausurado a la empresa Quidesa por el manejo irregular de residuos peligrosos en su planta de producción en Salamanca, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo una nueva visita de inspección en 2011 para garantizar el retiro de todos los residuos peligrosos ácidos, depositado ilegalmente en un predio de localidad Cerro de la Cruz, en Salamanca, Guanajuato.

Los desechos altamente tóxicos representaban un grave riesgo a la salud de los habitantes del pueblo de San José Uluapa, cercano a dicha localidad, así como un riesgo inminente de desequilibrio ecológico, daño y deterioro grave a los recursos naturales del lugar.

Por más de 30 años, Quidesa trabajó la elaboración de cremas y aceites para niños, los cuales eran sanos para el medio ambiente, no así los desechos que se concentraron en el sitio y que a lo largo del tiempo ha generado enfermedades renales y cancerígenas a las personas que radican cerca del lugar, debido a los metales pesados.

Saneamiento tarea de Semarnat

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es la instancia encargada de todo lo que tiene que ver con los residuos industriales, materiales y peligrosos para comenzar con sus procesos de remediación; no obstante, el cambio de trienio provocó que todo el tema de la remediación en el Cerro de la Cruz se estancara en su atención.

En ese sentido, Alberto de la Torre Gleason, director de Medio Ambiente, explicó que la tarea del gobierno municipal es solicitar a la federación conocer el estatus de pasivos ambientales del suelo, aire y agua.

Actualmente el Cerro de La Cruz se encuentra en proceso jurídico desde hace varios años y los residuos que fueron confinados de manera técnicamente adecuada.

“En este caso de la Semarnat, ha hecho caso a nuestras peticiones, ya que nos permite conocer cuál es el estatus de nuestros pasivos ambientales de suelo, primero el más importante y el más crítico como es Tekchem, que ya se está atendiendo y el otro sería el Cerro de la Cruz, que esperamos se remedie el próximo sexenio”, explicó.

Durante la temporada invernal, los desechos tóxicos suelen endurecerse, sin embargo, una vez que suben las temperaturas comienzan a derretirse y se vuelve un riesgo para los seres humanos.

Urge atención puntual

Además, Alberto de la Torre Gleason destacó que el gobierno federal en turno creó un convenio entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) llamado las Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA) y que consiste en dar una solución integral a toda la problemática ambiental que se vive en el Bajío guanajuatense, conformado por 17 municipios del estado, entre los que destaca Salamanca.

“Se tuvo ya una presentación de un proyecto en años pasados, el presupuesto de la federación no alcanzó para para cubrir la región Bajío, sé que en otras regiones del país están ya caminando estos proyectos, no va a tardar en llegar aquí a al Bajío, yo espero que en la siguiente administración federal entre ya a la región del Bajío como proyecto de la Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental”, dijo.

Las Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental es el proyecto mejor configurado para brindar una visión integral e implementar acciones para el saneamiento de las zonas críticas, ahí entraría lo que falta de Quidesa en el Cerro de La Cruz y otros tantos problemas industriales y ambientales como Química Central, como León, además de incluir el tratamiento de aguas residuales y el rescate de las cuencas y regulación de industrias, entre otras acciones.