María Guadalupe Buzo es originaria de Salamanca y heredera de una añeja tradición, la elaboración de la Charamusca, un singular dulce que hace las delicias de la gente y el turismo religiosos que visita la localidad durante la Semana Santa.

Ya son varias décadas de trabajar con el cazo de cobre, las baldosas y las alcayatas, sus manos son diestras para realizar esta labor que culmina con piezas de diversos tamaños, este dulce se trabaja de dos maneras: “Las Corriosas” y “Las Empaneladas”.

Durante los dos primeros meses del año, María Guadalupe dedica tiempo completo a la elaboración de Charamuscas, sus manos le dan forma a miles de piezas que en las vísperas del inicio de la temporada de cuaresma ya se encuentran listas para ser comercializadas.

“Para el fin de hacer esto, charamusca, necesita uno estar en el caso, un cazo de cobre, ahí hay que estarle moviendo, ya después de ahí vaciarlo caliente en unas baldosas, que son piedras grandes, entonces ya ahí que enfría un poco se sube a la alcayata y se le empieza a pegar hasta que quede blanco, ya preparado para hacer las rosquitas y meterlas al horno”…

Piloncillo, azúcar granulada, clara de huevo, limón y azúcar glas, son los ingredientes que se requieren para elaborar la mezcla con la que se da forma a las piezas que posteriormente son horadas con temperaturas que van desde 150 a 250 grados.

Los padres de María Guadalupe Buzo fueron los que iniciaron a elaborar charamuscas, pero desde niña ella se sintió identificada con este trabajo artesanal que al paso de los años se convirtió en una tradición familiar, una tradición que ha tomado gran relevancia en Salamanca, una tradición que le da un toque especial a las fiestas de Semana Santa.

“Pues para uno esta tradición es muy bonita, porque año con año, es cuando uno, pues se beneficia económicamente, y es nada más cada año, que es para Semana Santa y para Jueves de la Ascensión, antes nos dejaban vender para el Jueves de Corpus, pero ahora ya no”…

Las Charamuscas que elabora María Guadalupe Buzo, son diferentes a las que se elaboran en Guanajuato, Capital y otros puntos del estado y el país, actualmente las personas del medio rural tienen más arraigada la costumbre de comprar este típico dulce.