A consecuencia de trastornos de ansiedad y depresión, el consumo de bebidas alcohólicas se ha incrementado en un 70% en las mujeres salmantinas, lo que constituye un factor de riesgo para salud y atención de estos padecimientos, así lo reveló María Elena Becerra directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ).
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“Nosotros tenemos datos sobre el incremento de consumo de alcohol en mujeres, en algunos casos que ya tenemos la cifra en donde 90% personas masculinas que atendíamos y un 10% de mujeres, ahora si tenemos que hay un mayor consumo en mujeres entonces ya estamos en un 70/30 y entonces son las mujeres que vienen a consultarnos además de personas que tienen situaciones de ansiedad y depresión que son mujeres porque en algún momento han vivido violencia doméstica”, comentó María Elena Becerra, Directora del CIJ.
La Directora del CIJ, detalló que dentro de este centro de atención, se han presentado diversos factores por los cuales se han registrado este incremento de consumo.
“Más que causas son factores de riesgo además de una cosa que es Vulnerabilidad Personal el cual es diferente en cada persona y lamentablemente nos damos cuenta cuando el problema ya está instalado, entonces puede ser que como hace muchos años las personas tenían sus primeros consumos a edades tempranas e inclusive desde niños lo cual hace que funcione diferente el sistema nervioso central, órganos que están relacionados con la absorción y eliminación del alcohol”, mencionó
Elena Becerra detalló que en el Centro de Integración Juvenil, "atendemos un segmento muy pequeño de la población, nuestras cifras son con datos en donde se está disminuyendo la edad de inicio o primer contacto de bebidas alcohólicas y sigue estando en primer lugar este tipo de consulta entre las personas, afortunadamente también tenemos apoyo con el grupo de alcohólicos anónimos de AA quienes vienen los miércoles para poder brindarles y sesionar sobre el consumo de alcohol”.
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Otro de los factores que también se presentan para que este consumo de alcohol es que los adultos quienes mediante a usos y costumbres quieren entrenar a los niños y adolescentes a la vida realizan el acto de darles a probar estas bebidas, lo que hace que peligre a la persona y a la larga se genere una dependencia.