El séptimo arte es una de maravillas que ha cautivado y entretenido a la humildad durante siglos, actualmente en Salamanca operan dos de las más grandes industrias del país, sin embargo, previo a su llegada, el municipio contó con seis salas, cines que acompañaron el inicio de la época de oro del cine mexicano y fueron testigos de su evolución; a pesar de ello, ahora estás salas solo viven en la memoria o en fotos antiguas de lo que fueron los precursores de las grandes corporaciones.
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El nacimiento del cine se remonta al siglo XIX, como una evolución de la fotografía y de las representaciones del arte dramático en el teatro, fue en el año 1895 cuando los hermanos Lumière realizaron la primera proyección fílmica en el Salón Indio del Gran Café de París, la cual consistió en una proyección de la salida de unos obreros de una fábrica en Lyon.
En Salamanca, fue en el teatro Juan Valle en donde se presentaron por primera vez las proyecciones cinematográficas del cine mudo hasta la primera película con sonido; este recinto ahora en ruinas, es considerado patrimonio cultural por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, construido entre 1882 y 1883, albergó las mejores obras de aquellos tiempos, veladas musicales y fue uno de los espacios más emblemáticos hasta poco antes de la década de 1950.
La llegada de la refinería Ingeniero Antonio M. Amor en julio de 1950, gestó una transformación en Salamanca en los sectores productivos, comerciales y de servicios, la cual no tardó en permear en el área de entretenimiento, por lo que de ahí surgieron los cines Rex y Salamanca, ambos ubicados en el primer cuadro de la ciudad sobre la calle Hidalgo, el primero en la intersección con Zaragoza y el segundo con la calle Albino García, donde fueron proyectadas hasta la década segunda mitad de la década de 1980 filmes de la época de oro del cine en México, además de películas de grandes ídolos como Pedro Infante, Mario Moreno Cantinflas, el Santo y Blue Demon en sus odiseas en contra de las momias de Guanajuato, La llorona, los vampiros y otros.
De esta manera, en 1977 se fundó la sala de cine en el teatro Versalles, instalaciones que inicialmente solo tenían acceso para los socios del club recreativo Sección 24, pero poco después fue abierto al público en general acceso el público en general, el cual estuvo activo hasta poco después del año 2000, en su pantalla se proyectaron películas como Titanic, Tan Perversa Como el Diablo, así como algunos clásicos de terror.
De acuerdo al acervo histórico de Salamanca, fue precisamente en la década de 1980 que se construyó la plaza comercial Xidoo, que tuvo gran auge durante la segunda mitad de esa década, hasta finales de 1990, teniendo en cartelera películas como Leyenda Urbana, Scream, Los Picapiedra, Se lo que Hicieron el Verano Pasado, por mencionar algunas que fueron exhibidas en algunas de sus dos salas llamadas Aries 1 y 2.
Otro centro para admirar obras del séptimo arte fue el cinema Leo, inaugurado en la segunda mitad de la década de 1980, luego de que este inmueble se construyó como auditorio para el sindicato de la industria química a finales de la década de 1970; su sala tenía una capacidad de más de 400 butacas, en la que se proyectaron diferentes como La Mosca, Power Rangers y más.
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Actualmente Salamanca cuenta con 17 salas de cines que se ubican en dos centros comerciales que fueron inaugurados en 2002 y 2016, en la que además de disfrutar de los estrenos del momento se realizan festivales de cine y proyecciones de películas populares de la cultura pop.