Al ser México uno de los países con más personas que padecen obesidad, la Secretaría de Salud Pública implementó, en 2020, los sellos negros de advertencia, con los cuales se indican los excesos de nutrimentos que pueden ser dañinos para la salud en un alto consumo y aunque su impacto ha sido beneficio para aprender a conocer la cantidad de calorías que los productos tienen, la población no ha dejado de consumir productos con alto contenido calórico.
En ese sentido, Laura Fabiola Juárez García, nutrióloga de la Jurisdicción Sanitaria V, señaló que “el impacto que han tenido los sellos sí ha sido un poco benéfico, porque incluso ya uno los ve y conoces el contenido calóricos, sin embargo, aunque tienen el impacto no ha sido tan significativo como se esperaba, porque, a pesar de eso, seguimos comprando esos mismos alimentos que a nosotros nos gustan”.
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Fue a partir del 1 de octubre del 2020 y obliga a la industria a colocar sellos negros de advertencia, así como las frases contienen cafeína, evitar en niños y contiene edulcorantes, cuyo objetivo es mostrar de manera veraz, clara, rápida y simple, cuando un producto preenvasado tiene exceso de nutrimentos críticos u otros elementos dañinos.
La nutrióloga dijo que, como especialistas, la etiqueta frontal representa un beneficio, ya que de esta manera se educa a las personas para que aprendan a leer las etiquetas, así como también para las personas que comienzan a cuidarse, que pueden leer más visiblemente las etiquetas y, en base a ello, determinar que consumen y que no.
Además indicó que no se ha logrado observar un gran avance en este tema, debido a que en México aún no se penaliza a las empresas que vendan alimentos con alto contenido calórico.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FOA), en México consume en promedio tres mil 260 calorías diariamente, en donde las bebidas azucaradas representan sólo el 5.8% de la ingesta calórica diaria, mientras que el 70.2% proviene de alimentos no envasados.