A veces, los días grises para algunas personas suelen relacionarse con tristeza o melancolía, pero para otras es tema de bienestar, paz, relajación o tranquilidad.
La temporada de lluvias, para muchos tan esperada con emoción y para otros es odiada, es un beneficio ya sea para el ser humano o para el medio ambiente.
De acuerdo con psisólogos, los cambios climáticos pueden generar cambios en la conducta en las personas. Hay quienes ésta conducta se trata de una cuestión de gustos, pues para algunas personas les proporciona energía la luz solar y el calor, para otras les relaja la lluvia y el frío.
Según la terapeuta holística, Gloria Abril Pérez, tanto el frío como el calor pueden hacer que una persona esté irritable, deprimida o para otras es calma o felicidad.
“Escuchar llover puede ser muy placentero, estas personas sienten que el estrés y su ansiedad disminuyen cuando escuchan el sonido de la lluvia, esto se debe a que ése sonido es muy similar al ruido blanco”, explicó Gloria Abril Pérez.
El llamado “ruido blanco” hace que el nivel del umbral auditivo alcance su velocidad máxima, significa que la presencia de éste tipo de sonidos de fondo, los estímulos auditivos más intensos con menos capaces de activar la corteza cerebral durante el sueño.
En extremo, están aquellas personas a quienes el mal tiempo les puede generar un efecto negativo en sus emociones; éste grupo “pequeño” de personas entran en la categoría de “odia la lluvia”, se sienten enojados y menos felices en día con más precipitaciones pluviales.
Por otro lado, la lluvia también trae beneficios para el campo, aunque en la ciudad por lo regular provoca caos, inundaciones o encharcamientos.
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“La lluvia también nos trae olores maravillosos a tierra mojada, paisajes maravillosos, es un elemento natural que despierta todos los sentidos, también el tacto si dejamos que nos caiga sobre nuestro rostro, que hace que sea una experiencia emocionalmente sanadora”