El salmantino Joaquín Martínez, conocido como “Quino Mars”, activista de la comunidad LGBTIQ+, señaló que en el municipio de Salamanca se continúan registrando casos de violencia en contra de los miembros de la comunidad, llegando a tal grado de que algunos integrantes tomen la decisión de quitarse la vida.
“Somos el segundo país con más crímenes de odio, sobre todo a la población transgénero, por debajo de Brasil, en donde al ser un pais con el doble de población de México, tienen el índice más alto en este tipo de delito, muchos dicen que a los hombres los matan, pero son por otras razones, a las personas LGBTIQ+, como en el caso de feminicidios, nos matan por el hecho de ser, de existir y ser como uno quiere ser. vivimos en una sociedad intolerante ante las personas de la sociedad”, señaló “Quino Mars”.
A sus 33 años, el activista salmantino indicó que se ha tenido una mejor aceptación por parte de la ciudadanía hacia este sector de la población.
“Vivo con VIH desde hace cuatro años y estas situaciones, tanto la cuestión de mi identidad como cuestión de salud me han llevado a estos caminos de activismo que me han dado la oportunidad de conocer la humanidad en la que vivimos como población LGBTIQ+", más allá de mi experiencia propia que muchas veces está sesgada por ciertos privilegios o por ciertas circunstancias que cada quien tiene y que sea más fácil o difícil el camino; a mis 33 años, me siento en la mitad generacional de la población.
“Muchos de los problemas que tiene la sociedad en cuanto a la visión con la comunidad son muy generacionales. No es lo mismo haber crecido como una persona homosexual o transgénero en los años 60, 70 e incusive en los 80, con la epidemia del SIDA, a ahora en donde los jóvenes tienen más acceso a la información y tienen más oportunidades y demás”, detalló.
“Quino Mars” indicó que en su caso, cuando decidió abiertamente dar a conocer su sexualidad, “iba descubriendo todas estas cosas, porque aunque no ha pasado tanto tiempo, en el 2006 o 2007 todavía no había la información que hay ahora; ya son casi 20 años en donde la verdad sí hemos avanzado mucho en cuestión de derechos humanos hacía nuestra población y la población también ha ido a aprendiendo a respetarnos y a incluirnos un poco más pero todavía falta mucho trabajo por hacer y no han sido suficientes los trabajos que se han tenido”.
Comentó que hace 20 años era más complicado el poder “salir del closet”, ya que en ese tiempo se presentaba un rechazo en algunos lugares comunes, como lo es el medio de televisión, en donde se generaban narrativas burlescas en contra de los integrantes de la diversidad, en donde actualmente el humor ha ido cambiando con el paso de los años.
“Las redes sociales han creado comunidad, muchas veces las personas de ciudades pequeñas que no conocían a otra persona, gay, transgénero o lesbiana se sentían más aisladas por la familia, sociedad y amigos y las redes sociales han ayudado a encontrar a esos similares, tanto en pensamientos y en forma de ser”, manifestó.
Violencia, el flagelo a vencer
En el aspecto de la violencia, en Salamanca en los últimos años se han tenido registro de algunos integrantes de la comunidad que han sido víctimas de la misma, lo que los ha obligado a tomar decisiones de quitarse la vida.
“Aquí en Salamanca en los últimos años hemos tenido casos de suicidio por parte de algunas personas de la comunidad, lo cual es muy triste. También la falta de atención médica oportuna, por ejemplo en el tema de infecciones de transmisión sexual y hacen mucho la falta de campañas de prevención porque la salud sexual es algo de lo que no se habla y eso es algo de lo que no se habla y es un derecho que tenemos todos”, señaló.
Actualmente, el acceso a la información hacía la comunidad ya ha presentado más apertura, ya que cada vez hay más miembros de la comunidad LGBTIQ+ con posgrados, lo que ha demostrado que son personas que no sólo están destinadas a un cierto tipo de empleos.
En cuanto a temas de aceptación e inclusividad en el país se registran también actos de machismo, que además de afectar a las mujeres, se hace presente también el racismo y clasismo ante la comunidad LGBTIQ+, en donde algunas personas ya aceptan a un cierto estereotipo de persona gay.
“No solo nos enfrentamos a la homofobia y transfobia, también nos enfrentamos al machismo, clasismo y racismo, porque si vamos a querer un mundo donde se nos acepte, vamos a ir con todo el paquete, sino que se nos acepte a una persona de bajos recursos, afrodescendiente o con alguna discapacidad”, comentó.
“Quino Mars” señaló que esta violencia sí se ha estado incrementando, “porque hay todavía comunidades en donde no se acepta, además de que estas oportunidades a los accesos no les ha llegado entonces se les orilla a ejercer el trabajo sexual en donde aumenta la violencia.
“Además, vivimos en una sociedad con doble moral, en donde en público les gritan y apedrean y en lo privado les ofrecen un servicio sexual. Somos una sociedad con una extrema hipocresía y es lo que nos ha orillado a llegar a este tipo de situaciones tan lamentables”.
Rechazo familiar aún persiste
Otro tema de la violencia que se presenta en la comunidad transgénero es la expulsión de los hogares, en donde todavía hay familias que excluyen a estas personas de sus casas y tienen que vivir de una manera precaria orillando al consumo de sustancias.
En el caso de Guanajuato una de las grandes violencias que hemos tenido la población LGBTIQ+ ha sido por parte de los mismos legisladores de derecha nos ha obligado a tener un retraso en cuestión de legislaciones de derechos humanos para nuestra población muy importante, somos de los estamos más retrasados en estos temas y es algo que da mucha tristeza.
“Somos pocos los activistas que hemos trabajado en este ámbito y estamos enfrentando al sistema grande y hegemónico desde el oficialismo de la derecha y nos ha costado trabajo tener avances, ni siquiera el matrimonio igualitario está al 100% legislado en el estado; al igual que las violencias que podemos llegar a sufrir, la mayoría de las personas en México no denuncian este tipo de delitos y prefieren quedarse callados, por pena a ser exhibidos de cierta manera y no tenemos un censo como tal en el cual pueda sufrir la comunidad”.
El activista “Quino Mars” indicó que en las diversas marchas que han realizado se han percatado de una mayor aceptación por parte de la familias que cuentan con un integrante de la comunidad, contando con la participación de padres de familia en apoyo a sus hijos.
“Ahora, durante las marchas que se han hecho, vemos cómo el apoyo familiar se ha ido incrementando y a las marchas no solo asiste la persona LGBTIQ, sino que va acompañada de sus hermanos, papás, quienes disfrutan marchar con alegría y disfrutar de marchar con estas personas que están en su familia; vemos cómo la sociedad salmantina está abierta a la diversidad, pero nos hemos creído el cuento de que el estado conservador; no estamos exentos a un golpe o insulto o de algo, pero la verdad cada vez es menos en Salamanca y sus alrededores y estamos luchando para darnos más visibilidad y decir que aquí estamos y no nos vamos”, dijo.
En cuanto a uno de los retos en los que se están afrontando y debería de aplicarse por parte de las autoridades municipales y estatales es el tema de salud mental y no solo aplicarse a los miembros de la comunidad, sino a la comunidad en general.