Como cada año, el Barrio de San Roque, festejó a su santo patrono, en medio de un ambiente festivo y alegre, pero también lleno de incertidumbre luego de la noticia por la llegada de la nueva variante de covid-19 que ya se ha concentrado en algunos estados del país, debido a que, este personaje sacro es el auxilio y socorro en este tipo de contingencias, de los enfermos, de los falsamente acusados, de los inválidos y de los cirujanos y en esta ciudad se le tiene mucha devoción.
Cientos de feligreses, se concentraron en el templo de San Roque desde el mediodía, para cantarle las mañanitas al santo en compañía de coros religiosos y repiques de campana, como un agradecimiento por lo obtenido en lo que va de este año, pero, también para pedir por la salud de la población.
Macario Robles, feligrés, señaló que, fue durante la pandemia cuando su fe por el santo se incrementó, pues, le tocó estar en un estado crítico cuando se contagió de covid-19, al grado de casi perder la vida, sin embargo, fue tanta su esperanza en San Roque que después que comenzó a recuperarse y salió adelante y sin ninguna secuela de la enfermedad, esto a pesar de su edad.
“Las esperanzas que me daban a mí eran mínimas por mi edad y porque padecía algunas enfermedades, yo me acuerdo que le dije a San Roque que me ponía en sus manos y que aceptaría su voluntad, milagrosamente empecé a recuperarme, ahí me di cuenta que fue obra de San Roque y desde entonces si puedo cooperar con algo para su fiesta o algo", dijo.
Además de las mañanitas, también se llevaron a cabo tandas de primeras comuniones y confirmaciones, para luego disfrutar la misa solemne en acción de gracias a San Roque y la feligresía pudo disfrutar más tarde del palo encebado y la quema de fuegos artificiales.
El barrio de San Roque en Salamanca, data de mediados del siglo XVIII, una de las zonas de mayor antigüedad en el municipio.
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San Roque nació en Montpellier, Francia, en 1350, fue un joven huérfano quien decidió repartir sus posesiones y salir en peregrinación a Roma, durante su trayecto se dedicó a cuidar a los infectados por la peste que causaba estragos en muchas regiones de Europa. San Roque es reconocido por vestir de peregrino y tener en la pierna una herida de peste abierta, representando su contagio y acompañado de un perro que lo alimentaba.