La vocación y pasión por la música han acompañado a Isidro Delgado Barajas por 30 años, un camino que empezó a recorrer a corta edad y que gracias a el, consiguió una alternativa económica para sacar adelante a su familia y dar una formación universitaria a sus hijos.
A sus 58 años de edad, luego de tres décadas Isidro Delgado continúa amenizado el andar y las actividades económicas de los salmantinos, conocido también como "El Músico del Andador", por algunos años estuvo en el corazón de Salamanca, justo en el andador Revolución del primer cuadro de la ciudad, en dónde junto con su acordeón y armónica, marcaba el ritmo de los comerciantes, usuarios y visitantes del jardín principal.
"Me empezó a gustar la música desde niño, sin embargo, ya fue hasta mi etapa adulta que propiamente comencé a dedicarle un tiempo y espacio a esta vocación y pasión que tengo por alegrar aunque sea por unos instantes los corazones de quienes me escuchan", compartió.
Respecto a sus actividades laborales, Isidro compartió que durante el aislamiento social que se vivió tuvo que guardar sus instrumentos, por las restricciones en espacios públicos, sin embargo, luego de dos años regreso a la zona centro en busca de que sus notas lleguen a los corazones salmantinos, aunque también desde hace un año obtuvo un trabajo en una empresa de seguridad, lo que generó que cambiara de lugar, "estuve alejado un tiempo, me contrataron en una empresa hace un año y voy regresando pero ahora aquí en la Morelos, no he ido al centro porque ya hay otros músicos y no quiero que se generen problemas", comentó.
En este mismo sentido ahondó que son ya 30 años en la música, "ya son varios años en esto, me gusta animar a la gente, me gusta cantar, cuando estaba en el centro usualmente componía al momento de estar cantando, algunas rimas en el lugar, por eso me conocían también junto a mi monito bailador", añadió.
A diario, Isidro llega a un punto de venta de jugos naturales en la intersección de los bulevares Morelos y San Pedro, en inmediaciones de la colonia Villarreal, a bordo de su bicicleta, para acomodar, su acordeón, su armónica, su bastón y sus ganas de animar a la gente, mientras espera su jugo en este concurrido establecimiento.
Además de la música, Isidro reveló que de vez en cuando agarra "chambitas" un dinero extra, "vivir de la música en ocasiones es al día, por eso tomar trabajos extras nos ayuda a mi y a la familia, sobre todo para el apoyo en estudios y lo que sea que surja", concluyó.