En ese momento el Tío Lucas exclamó: “ya el Santo no está igual al que yo hice, antes tenía la cabeza levantada del Santo Cristo que agoniza y ahora tiene la cabeza y el hombro derecho caído como el Santo Cristo que vino a morir entre nosotros”.
La imagen de que hemos hablado hasta aquí, representa a Jesús crucificado, muerto en la cruz, con el rostro muy caído hacia el lado derecho sobre el pecho; es de color negro.
Todo el cuerpo tiene una postura violenta pues se ve muy doblado hacia el lado derecho, quedando salido de la línea y palo vertical de la cruz; esta tiene ocho lados y está hecha de madera de Madraño y, todas sus proporciones, facciones y figura, pertenecen a los Cristos tarascos de Pátzcuaro, Michoacán, fabricados artesanalmente con pasta de caña de maíz llamada “Tatzingueni” con alma de madera, en el siglo XVI.
La cruz que lo sostiene tiene molduras en forma de anillos en número de diez; la tarja o leyenda INRI y un resplandor pequeño que sale del centro de los ángulos que forman los palos de la Cruz son de antigua y rica plata, como también son de este precioso metal los tres clavos que sostiene la imagen y la corona que lleva sobre la cabeza, está adornada con las tradicionales tres ráfagas llamadas también Potencias de Alma (entendimiento, voluntad y memoria). Como el Crucifijo esta muy inclinado, la cabellera es de pelo natural cae toda delante del brazo derecho; en todo el cuerpo se notan las venas realzadas, especialmente en el cuello, brazos, piernas, además nótese la parte toraxica (costillas). Los cendales con que se cubren la imagen, son de telas preciosas con ricos bordados en hilos de oro y plata. La postura de este Cristo es única y por lo tanto de los más originales en el país.
La imagen tiene un peso de 50 kg., y una estatura de 1.75 mts.; la Cruz pesa 13 kg., y mide 2.70 mts. de altura y 1.50 mts. del crucero.
A la fecha del 2019 se le da una edad de 479 años de antigüedad (1540 – 2019), a sus 459 años de su llegada lo que hoy es Salamanca (1560 – 2019). A los tres años de llegada la imagen se le dio el nombre: “Cristo Negro del Hospital” en 1563 por ubicarse al lado del Hospital para indios y, así recibir doble cura espiritual y corporal por el Cristo en su capilla (hoy templo expiatorio desde 1949) y en el Hospital de Atención. Su parroquia fue elevada a rango de Santuario Diocesano del Señor del Hospital, el día Martes Santo 30 de marzo del año 2010, por Decreto del 1er. Obispo de Irapuato Don José de Jesús Martínez Zepeda y párroco Pbro. Alfredo González Vázquez.
Esta narración se hizo gracias a la colaboración del cronista de la Ciudad: Juan José Rodríguez Chávez.