Derivado de los casos de orfandad que ha generado la violencia y desaparición de personas, la presidenta del DIF Municipal, Eugenia Leonor Martínez Carrillo, destacó la importancia de una coordinación efectiva entre el área de orientación familiar, el departamento jurídico y el Instituto de la Mujer para atender estos casos con sensibilidad y eficacia.
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Martínez Carrillo destacó la necesidad de contar con un equipo jurídico especializado para estos casos, lo cual permitiría atender mejor las situaciones de violencia de género y proporcionar a las víctimas las herramientas adecuadas para su recuperación. Enfatizó que el DIF trabaja estrechamente con el Instituto de la Mujer, donde se canalizan los casos que requieren un enfoque más especializado.
“El área de Orientación Familiar no es que trabaje solo, puede ser la cara que más se ve, pero también entra el jurídico. De hecho, si pudiéramos tener un jurídico únicamente para este tipo de situaciones, nos ayudaría bastante, mientras tanto, proporcionamos apoyo social y médico cuando es necesario y con la llegada de los ingresos escolares, estamos buscando maneras de ayudar a las familias con mochilas o uniformes", comentó.
Martínez Carrillo destacó la importancia de que las familias y niños reciban no sólo apoyo emocional, sino también asistencia médica y recursos materiales cuando sea necesario. "Por ejemplo, con el próximo ciclo escolar, estamos buscando formas de apoyar a las familias proporcionándoles mochilas o uniformes para los niños", señaló.
La presidenta del DIF también hizo un llamado a la comunidad para que las personas en situación de vulnerabilidad conozcan los servicios disponibles y se animen a buscar ayuda. "Queremos que quede muy claro que todas las personas que forman parte de estos grupos lo han decidido por voluntad propia. A pesar de la difusión, todavía hay muchas personas que, por miedo o desconocimiento, no saben a dónde acudir", expresó.
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Finalmente, Martínez Carrillo exhortó a los servidores públicos a actuar con mayor sensibilidad y empatía para evitar la revictimización de las personas y niños afectados por alguna situación de violencia, y así hacer que el proceso sea lo menos doloroso posible.