El adiestramiento canino se ha convertido en una de las actividades más solicitadas en Salamanca en los últimos años. Esta práctica utiliza un conjunto de técnicas para enseñar a los perros a responder a órdenes y comportamientos, mejorando así su obediencia y estableciendo una comunicación efectiva entre el dueño y la mascota. La edad más recomendable para iniciar el entrenamiento es aproximadamente a los cinco años.
Miguel Martínez Gutiérrez, entrenador de la escuela de Adiestramiento Kuno, destacó que los problemas de comportamiento, como los jalones en la correa, pueden causar daños físicos graves en los animales, como fracturas en la tráquea. Para evitar esto, es crucial enseñar buenos modales. “Lo primordial es que se sepa controlar a la mascota, tanto dentro como fuera de casa. No queremos que sea un soldadito, pero sí que se comporte de manera adecuada”, comentó.
El adiestramiento incluye entrenamiento de conducta, guardia y protección, así como servicios sociales para perros. Sus métodos son libres de violencia y se centran en reforzar el vínculo entre el perro y su dueño. Héctor resaltó la importancia de elegir entrenadores adecuados. Las sesiones de adiestramiento pueden durar hasta cinco horas los fines de semana, y las visitas de evaluación son gratuitas. Muchos clientes buscan que sus perros aprendan a regresar cuando son llamados en un parque.
En Salamanca, ha crecido la demanda de adiestramiento canino, pero aún falta más apoyo para los perros rescatados y adoptados. Un ejemplo es Fátima, una joven de Guadalajara que recurrió a Héctor para adiestrar a su perro Tatin, un chihuahua rescatado. “Lo adopté hace siete meses. Estaba muy ansioso y ladraba mucho. Héctor ayudó a que Tatin se estabilizara y se volviera menos reactivo”, relató.
Tatin es uno de los cinco perros rescatados por la familia de Fátima, quienes se dedican a recoger perros de la calle y brindarles una segunda oportunidad. “Nos parte el corazón ver a los perritos en situación de calle. Intentamos cambiarles el mundo”, comentó.
El trabajo de Héctor en Salamanca busca no solo mejorar el comportamiento de las mascotas, sino también fomentar la adopción responsable y el trato respetuoso hacia los animales. Según datos federales, un adiestrador cobra entre mil a dos mil pesos e incluso de tres mil a diez mil pesos semanales, según la región donde se brinde el servicio.