Desde hace 73 años, la Refinería de Salamanca de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ubicada en el estado de Guanajuato, es considerada un centro estratégico para atender la demanda de combustibles en su zona de influencia conformada por otras zonas como Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas.
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Esta refinería cuenta con 45 plantas de proceso con una capacidad de producción de 220 mil barriles diarios de petróleo crudo, para elaborar petrolíferos de la más alta calidad y por ello, se ha consolidado como parte importante de PEMEX en la producción de gasolinas y petrolíferos; además, para el municipio de Salamanca, ha sido motor que contribuye al desarrollo económico y social de la localidad.
En septiembre de 1945, se colocó la primera piedra para la construcción de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor en la ciudad de Salamanca, durante el periodo del presidente de México, Manuel Ávila Camacho, pero fue inaugurada hasta el 30 de Julio de 1950 por el ex presidente Miguel Alemán Valdez, con apenas cinco plantas.
La llegada de la refinería a Salamanca, marcó un precedente en el progreso industrial del municipio, al atraer un gran cambio en la economía y colocándose en una de las zonas más atractivas para las empresas petroquímicas como Univex, Ferquimex, Negromex, la extinta empresa Tekchem, por mencionar algunas.
Continúa rehabilitación
De acuerdo a información del área de comunicación de Salamanca, durante el 2022 y en lo que va del 2023, se han realizado trabajos de mantenimiento en el tren de producción de petrolíferos con el objetivo de mantener la continuidad operativa y optimizar los procesos en la Refinería Salamanca, todo estos a través del Plan Nacional de Rehabilitaciones establecido por el Ejecutivo Federal y en cinco años se han invertido más de 6 mil millones de pesos para la rehabilitación de plantas.
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En su reciente visita a esta instalación, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, agradeció el compromiso de las y los trabajadores para cumplir con los programas de producción, y de esta manera continuar con la recuperación de la soberanía energética del país.