De estudiante ejemplar a Fiscal cuestionado. Éste es Carlos Zamarripa Aguirre

Irapuato, Gto.- Desde 2009, Carlos Zamarripa Aguirre ha tenido bajo su responsabilidad garantizar la justicia en Guanajuato. Su historia profesional bien podría ser un ejemplo de la cultura del esfuerzo, aunque permanecer 15 años en el mismo cargo le han valido más críticas que reconocimientos.

Carlos Zamarripa inició literalmente desde abajo en el escalafón de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, a donde llegó como agente del Ministerio Público. Luego se desempeñó como jefe de zona de la Procuraduría General de Justicia en León, ascendió para ser director de Averiguaciones Previas también en el municipio de León, y fue, además, coordinador de la Policía Ministerial; al poco tiempo ascendió para ser subprocurador de Investigaciones Especializadas y el 23 de febrero de 2009 le dijeron que quedaba como encargado de despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues quien fuera su titular, Daniel Chowell Arenas, había decidido separarse del cargo para contender por la presidencia municipal de Guanajuato capital; al poco tiempo, Zamarripa recibió la ratificación y desde entonces se quedó en el cargo que ha desempeñado en los últimos 15 años.

Desde entonces, tres gobernadores de Guanajuato, como Juan Miguel Oliva Ramírez, Miguel Márquez Márquez y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo cada uno en su momento no sólo le confiaron las labores para la procuración de justicia en Guanajuato, sino que además lo defendieron cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo. Los tres mandatarios en sus respectivos periodos coincidieron en que no había otro perfil como él para la procuración de justicia en Guanajuato, aunque los números indiquen que de 2009 a 2024 los homicidios hayan incrementado 685%, pues de 395 que hubo en 2009, cuando asumió el cargo, al cierre de 2023 hubo tres mil 104 víctimas de asesinato, pero con todo y ello World Justice Project señaló que en 2023 Guanajuato fue uno de los seis estados con tendencia positiva, al subir de la novena a la segunda posición.

Estudiante ejemplar

Nacido en el Barrio de San Juan Bosco, en León, desde su etapa como estudiante en la Universidad La Salle Bajío dio muestras de dominar el Derecho, pero también de su personalidad que le gusta socializar muy poco. Carlos Zamarripa así como llega, se va, no intima con todos, es reservado.

Después de egresar como Licenciado en Derecho, fue docente universitario durante el tiempo en que fue agente del Ministerio Público en León, pero se le notaba que ese puesto no era al que aspiraba y mientras ascendía dentro de la Procuraduría General de Justicia del Estado, se capacitó en cuestiones de seguridad.

Para cuando era egresado de la maestría en Derecho por la Universidad de Guanajuato, se formó en la Academia Nacional del FBI, obtuvo la acreditación de un seminario tomado en Israel sobre inteligencia y obtuvo el certificado Drogas e Investigación Criminal que le otorgó el Departamento de Justicia de Estados Unidos y su Agencia para la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas, la DEA.

Carlos Zamarripa llegó a la Procuraduría General de Justicia del Estado el 23 de febrero de 2009, el día en que renunció el entonces titular de esa dependencia, Daniel Chowell Arenas, quien dejaba ese cargo para contender por la alcaldía de Guanajuato. Zamarripa Aguirre fue designado encargado de despacho y posteriormente fue ratificado por el entonces gobernador, Juan Manuel Oliva Ramírez.

A la llegada de Miguel Márquez Márquez a la gubernatura, éste decidió mantener a Carlos Zamarripa al frente de la Procuaduría. Y es que Carlos Zamarripa Aguirre logró colgarse varios logros, como la desarticulación de bandas de secuestradores, de ladrones colombianos, delitos que lograba acreditar correctamente, pues estaban en la esfera del fuero común. Nada se le iba a Zamarripa entre 2012 y 2014.

Crece la violencia

A partir de 2015, la violencia en Guanajuato comenzó a aumentar por la disputa de grupos criminales que empezaron a llegar al estado para el control de la venta de droga y luego estos grupos comenzaron a escindirse para formar otras agrupaciones. De ahí surgió el llamado Cártel de Santa Rosa de Lima, que a partir de 2017 explotó el delito el robo de hidrocarburo, hasta dejar ganancias de más de 20 millones de pesos mensuales, según estimaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional.

En 2017 y 2018 registraban meses violentos, con cifras históricas en homicidios. Fueron varias las voces que pedían un cambio en la Procuraduría General de Justicia Estado y en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, pero el entonces gobernador Miguel Márquez decidió mantener a ambos titulares.

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Con el cambio de gobierno, Carlos Zamarripa también se mantuvo al frente de la procuraduría estatal. El gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo justificaba que el nombramiento de Zamarripa Aguirre como fiscal general era responsabilidad del Congreso del Estado; sin embargo, el 15 de febrero dijo que los resultados de Zamarripa lo avalaban e incluso advirtió que no sólo metía las manos al fuego por él, sino también autoridades de Estados Unidos, por sus resultados en materia de procuración de justicia.

El mandatario estatal dijo que la Procuraduría General de Justicia del Estado lograba que 95.8% de los detenidos por homicidios tuvieron sentencia condenatoria, un número relevante, dijo, pues a nivel nacional la tasa promedio es de 45%. Esas son las razones que hacían en 2019 el perfil ideal para ocupar la naciente Fiscalía General del Estado.

A pesar de que Carlos Zamarripa no es muy afecto a las cámaras y micrófonos, a diario la fiscalía a su cargo daba cuenta de detenciones, vinculaciones o sentencias por delitos cometidos en el estado. Sin embargo, a partir de diciembre de 2019, Carlos Zamarripa ha estado en el ojo del huracán. El cinco de diciembre se volvió tendencia en Twitter por no haber asistido a la reunión con estudiantes de la Universidad de Guanajuato que exigían el esclarecimiento del homicidio de Ana Daniela Vega, la joven asesinada por su pareja. En su explicación, el Fiscal de Guanajuato se defendió y dijo que en ese momento estaba con los padres de Ana Daniela Vega, pues acababan de aprehender al homicida.

Carlos Zamarripa Aguirre también ha sido fuertemente cuestionado por los familiares de personas desaparecidas, pues argumentan que no les dan información, que ocultan información, pues hubo una mujer que relató que en las fosas encontradas en Venado de Yóstiro, en Irapuato, donde se reportó inicialmente el hallazgo de 23 cuerpos, había más de 100 cuerpos, según atestiguó, pero la Fiscalía tampoco informó. Esta polémica que se generó con los familiares de las personas desaparecidas devino en el cambio en la titularidad de la Fiscalía Regional con sede en Irapuato, pues la entonces encargada, Claudia Elizabeth Mota Ávalos, fue señalada de ser omisa por los colectivos que buscan a sus familiares.

En su historial, Carlos Zamarripa Aguirre también cuenta con la disputa que mantuvo con el Gobierno de México cuando hubo la vinculación a proceso del secuestrador chileno Raúl Escobar Poblete, alias El Comandante Emilio, pues aunque se pedía su extradición, se determinó que fuera vinculado a proceso en el estado, donde actualmente está preso.

En la relación de Carlos Zamarripa con el Gobierno Federal que recién terminó, lo que salió a relucir son los “otros datos” que cada uno posee y ambos encierran una verdad y una realidad, donde se convirtió en personaje ideal para criticar respecto a la violencia que se vivía en el estado.

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En Guanajuato, el 98% de los homicidas han sido vinculados a proceso penal y 97% de éstos han obtenido una sentencia y esto ha sido por un trabajo de la Fiscalía General del Estado que ha logrado la detención de estos delincuentes.

En entrevista con Organización Editorial Mexicana concedida en agosto de 2021, Carlos Zamarripa Aguirre dijo que aunque se ha hecho mucho trabajo para disminuir los índices delictivos en el estado, todavía falta más trabajo para lograr este objetivo y señaló que las policías municipales y las fuerzas federales que operan en el estado tienen que ser más efectivos en sus labores de prevención y reacción ante los hechos delictivos.

“Hay quien previene, hay quien reacciona ante un evento y ante ese hecho, hay policías, desde la municipal hasta la federal, y en esa parte, cuando esto falla, cuando ya se cometió el delito, entramos nosotros como Fiscalía; entonces, entre mejor hagan su trabajo ellos, menos trabajo tengo yo y hoy tenemos más trabajo por algunas fallas en este esquema”, explicó.

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Carlos Zamarripa Aguirre dijo en aquella ocasión que incluso pocas policías municipales son las que están cumpliendo con todos los requerimientos para garantizar la seguridad; sin embargo, hay otras que están trabajando de brazos caídos y otros más estaban coludidos con la delincuencia; estos últimos terminaron en prisión.

“Estábamos sacando datos de las detenciones que hacen las policías preventivas y de cada 100 homicidios que pasan, solamente detienen a uno. ¿Y qué pasa con los demás?”, explicó y dijo que es ahí cuando la Fiscalía General del Estado entra para investigar el hecho y dar con los responsables de los delitos.

Y puso un ejemplo: “Hubo un homicidio en Juventino Rosas, se le habló a la policía y ni siquiera acudió, por fortuna estaba la gente de Álvar (Cabeza de Vaca) cerca y detuvo a los partícipes, pero uno dice ¿por qué las policías no están actuando y hablo de ese caso de Juventino Rosas? Están de brazos caídos, completamente.

“Ahí en Juventino había infiltrados, ustedes vieron la operación que hicimos y en donde se detuvo a los mandos, entonces estamos trabajando en eso, porque sí hace falta seguir depurando a las policías municipales, pero también eficientizar el trabajo en aras de prevención y reacción respecto a lo que está aconteciendo día con día”, señaló.