El ambientalista Carlos Álvarez, presidente de la asociación Grupo Ambientalista México, Comunicación y Ambiente, interpuso ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) una denuncia contra la Comercializadora El Capricho S.A de C.V., que está ubicada en Apaseo el Grande, la cual tiene autorización para acopiar y reciclar residuos, sin embargo no lo hace de manera correcta, por lo que pide que sea clausurada de manera definitiva.
El presidente de la asociación Grupo Ambientalista México, Comunicación y Ambiente, dijo que esta empresa tiene una autorización por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial(SMAOT) para recolectar y tratar casi todo tipo de residuos y le recibe a empresas como Kellogg's Company, Bachoco ,Danone, Energías Alternas, Nestlé y Sigma, entre otras.
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Explicó que esta comercializadora tiene domicilio en Apaseo el Grande, pero el representante legal de la empresa, Carlos Juan Flores Fonseca, mantiene rentados dos predios de reserva agrícola ubicados en el municipio de Comonfort.
“La empresa El Capricho tiene autorización para acopiar y reciclar muchos tipos de residuos pero la realidad es que no hace eso, simplemente lo lleva y lo tira a este lugar, es tremendo lo que tienen en estos terrenos hay material biológico infeccioso y son residuos de manejos federales y no deben estar aquí, en pocas palabras tienen los predios llenos de residuos, es gente tramposa porque a los dueños de los predios les rentan y seguramente ellos ni saben de esta responsabilidad, yo fui al municipio de Comonfort y la empresa comercializadora no existe no tiene ninguna autorización”.
Manifestó que la Comercializadora El Capricho gana grandes cantidades de dinero, pues trabaja con empresas poderosas que seguramente no saben del “mugrero” que tiene y creen que hace buen manejo de los residuos.
Carlos Álvarez explicó que ningún residuo puede estar tirado al aire libre, ya que deben estar cubiertos en naves industriales, además dijo que entre las evidencias que anexo a la denuncia se puede apreciar la existencia de residuos biológico-infeccioso que son de competencia federal.
Entre los residuos permitidos a esta empresa para su manejo se encuentran restos de galletas, tarimas, tambos, chatarra, bobinas, merma de yogures, sueros, desperdicios de cereal, cascarón de huevo, todo tipo de plásticos, aluminio, cartón, papel, costal de rafia, e incluso agua la cual es también de competencia federal, por lo que incurre en más de 10 irregularidades.