Minutos después del mediodía una nube amarilla cubrió parte de la atmósfera de Salamanca en la zona oriente; aparentemente la emanación de remanentes de hidrocarburos fue provocada por la interrupción en la operación de un soplador de la planta Catalítica FCC de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (RIAMA).
La nube amarilla causó incertidumbre entre la ciudadanía e incluso algunos planteles educativos solicitaron la presencia de los cuerpos de emergencia, sin embargo, no se registró ninguna persona afectada por la emisión contaminante.
La emisión de humo a la atmósfera tuvo una duración de tres a nueve minutos generando una nube que fue dispersada por vientos dominantes y que el incidente no representó riesgo para la población, ni para los trabajadores de la refinería, así como tampoco para las instalaciones de Pemex que continúa operando de manera normal.
Ante esta situación se instalaron los protocolos de seguridad para determinar que la planta Catalítica se encuentra en condiciones de operar y reintegrarse a las actividades normales de operación; al salir de operación el soplador de la planta hubo emisión de remanentes que en esos momentos se procesaban fueron enviados a la atmósfera para evitar un riesgo mayor.
La Catalítica es una planta que elabora gasolinas y si el crudo que se procesaba hubiera sido dejado en una tubería se hubiera convertido en un recipiente a presión con riesgo de ocasionar una contingencia mayor.
Atienden situación
Ante esta situación el departamento de Comunicación Social del gobierno local informó que no existieron elementos para activar protocolos de respuesta de parte de Medio Ambiente o Protección Civil, tras justificar que autoridades de la RIAMA confirmaron que la emanación derivó de un descontrol en la planta Catalítica, al fallar un aireador, que regresa combustible al sistema y se inyecta vapor de agua para controlar; en este sentido se argumentó que la emisión fue 98% vapor de ahí el color blanco en su mayoría, descartando riesgos a la población dada la composición de la nube y a la buena dispersión atmosférica.
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El protocolo
De acuerdo a los protocolos de acción, ante estas circunstancias los inspectores de la dirección de Medio Ambiente realizan un recorrido por diversos puntos del municipio para levantar pruebas y testimonios que se integran a un expediente para su análisis, además de que Protección Civil monitoree las inmediaciones de la fuente y zonas vulnerables como planteles educativos para descartar afectaciones derivadas del incidente.