Las circunstancias de la vida llevaron a Benito Cruz Pérez, hombre de 58 años de edad a ser rotulista porque “le gustaron las letras” y, desde hace 10 años se dedicaba a ese negocio bajo outsourcing o en forma particular, hasta que llegó intempestivamente la pandemia del coronavirus.
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Ahora, el ex trabajador de Pemex está en busca de trabajo para poder sostener a su esposa y dos hijos y enfrenta una situación económica difícil.
Sentado en una banca pública en el jardín principal luego de retirados los sellos de prohibido sentarse, con un periódico en la mano parece pensativo con la mirada fija como observando un punto inexacto en el horizonte.
La situación dejada por el coronavirus le alejó de una medianía de confort y espera hoy que lleguen las oportunidades laborales como rotulista, oficio que le apasiona.
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Como trabajador dentro de las instalaciones de la refinería circunstancialmente y bisoño en el arte de rotular hizo sus primero "pininos" y ya no se alejó desde hace 10 años de esa actividad.
“En una reparación un amigo estaba trazando letras, me llamo la atención y le dije que en lo que el trazaba yo llenaba las letras, una semana después me hablaron y comencé con ese trabajo”, recuerda melancólico.
“Como todas las cosas al principio no quedaban muy bien, pero con el tiempo lo fui mejorando ahora tengo clientes que ocasionalmente me dan trabajo”.
Aunque la vida no se lo permitió, le hubiera gustado ser arquitecto pues las letras y los trazos es algo que lo apasiona.
Ante los más de dos meses de confinamiento refirió no haberla llevado al cien por ciento, pues sus deberes de atender a sus papás, proveer algo de comida en su hogar y buscar el sustento, le impedían permanecer en su casa.
Sin embargó considera que las medidas preventivas son de suma importancia para que las actividades económicas se reactiven y se mantengan en pie.
Por lo que ahí, en una banca, espera que la situación económica de un giro y pueda llegar esa reparación en la refinería que le garantice una estabilidad económica temporal o aquella rotulación que le provea de la comida del día.
En la imaginaria Benito Cruz Pérez ha hecho en sus ilusiones un gran rotulo donde con letras grandes se lee: “Se busca trabajo”.