El primer negocio de “chocomiles” que se instaló en Salamanca fue en 1958 en el entonces Mercado Hidalgo por don Vicente Fonseca; a 64 años de esto, la tradición continua gracias a su hijo quien se ha mantenido entre el gusto de salmantinos gracias al sabor de sus preparados.
Vicente Fonseca, heredero de la tradición familiar comenzó junto a su padre que lleva el mismo nombre, a vender chocomiles en el Mercado Tomasa Esteves desde 1972 luego de que el primer mercado que se localizaba en la hoy Plazoleta Hidalgo fuera demolido.
“Primero empezaron a vender jugos de zanahoria, ya después empezamos a vender jugos de otros sabores y luego incluyeron el chocomil que al día de hoy es lo que la gente más busca, porque viene gente de estados unidos, Monterrey, Guadalajara (…) yo creo que ya es tradición, y como fuimos los primeros, ya es mucha gente la que ha venido con nosotros a tomarse un licuado” explicó Vicente.
Así como paso con Don Vicente una de sus hijas ha heredado el gusto por este trabajo y es la que actualmente les ayuda en el negocio durante la semana, y viernes, sábado y domingo es don Vicente acompañado de su esposa quien atiende personalmente este negocio.
Con el paso de los años, se han ido agregando variedad de sabores como; como, vainilla, plátano o café, sin embargo, el favorito de grandes y pequeños sigue siendo la malteada de fresa.
Aunque con el paso de los años han seguido otras personas con este negocio Vicente y su esposa aseguran que los mismos ciudadanos les han dicho ‘serán imitados pero jamás igualados’, no obstante, aseguró que, el sol sale para todos”.
Finalmente, don Vicente y su esposa manifestaron “Este negocio nunca se ha cerrado, únicamente dos días al año qué es el 25 de diciembre y el primero de enero, pero siempre estamos aquí a sus órdenes y trabajando para servirle el tradicional es el choco mil de fresa”.
El chocomil o malteadas son bebidas elaboradas a base de leche que puede ser de fresa, chocolate, o alguna otra fruta, entre los ingredientes conocidos se encuentra el azúcar y la vainilla además del toque particular de quien los prepara.