Antonio Jurado Alarcón, junto con su familia, tiene más de 45 años vendiendo pan que elaboran en el horno que tienen en el interior de su casa en la comunidad de Santiago Capitiro, en el municipio de Jaral del Progreso, lo cual lo hace todo un ícono gastronómico del municipio.
En entrevista con El Sol de Salamanca, Antonio Jurado comentó que él empezó desde los seis años a elaborar pan, por lo que desde niño junto con sus nueve hermanos le ayudaban a su papá a preparar la masa, a ponerle el azúcar y todos los ingredientes que lleva el pan al igual que el bolillo.
“De mi papá Gerardo Jurado Cuéllar aprendí diferentes cosas, ya que era camotero, nevero, paletero y panadero. De mi mamá Manuela Alarcón Guevara también aprendí muchas cosas, como lo es el criar animales como cerdos y chivos, estábamos atentos para todo como lo era el darles de comer y el agua para los animales. De mis padres también aprendimos el amor al trabajo y gracias a todo el esfuerzo que hicieron nos pudieron sacar adelante a mis nueve hermanos y a mí”, dijo.
Reató que lo primero que aprendió a elaborar fue el bolillo, las quesadillas de leche y de queso, la sema integral, la conchita y los turcos.
Explicó que para no afectar la economía de sus clientes tanto, venden el pan en seis pesos y el bolillo también a ese mismo precio, por lo cual están contentos porque la gente tanto de esta localidad como de otras rancherías acuden a comprarles.
Indicó que lo anterior se debe a que mucha gente de la comunidad tiene que salir temprano a laborar en las actividades del campo o algunas fábricas que hay en Celaya o en Cortazar, por lo que ellos llevan en su camioneta el pan a diferentes tiendas de abarrotes de las comunidades andan en las calles de sus lugares donde no solo los trabajadores aprovechan para comprarles el pan, sino también los campesinos, padres de familia, niños y estudiantes, al igual que los agricultores que es una de las principales actividades de la zona.
Los integrantes de la familia Jurado Alarcón venden el pan de lunes a domingo, trabajan todos los días desde las seis de la mañana a las doce del día y a la una de la tarde realizan las entregas en algunas de las comunidades cercanas a Santiago Capitiro.