SALAMANCA, Gto.- El consumo de drogas en adolescentes no debe ser visto como un rito de transición, sino como un problema de salud pública que está llegando a niveles “epidémicos” y guarda una relación íntima con inclinaciones suicidas.
En los últimos años se ha producido una tendencia a la normalización del uso de drogas en la población adolescente de manera que aparece un modelo de consumo juvenil como forma de relación social, ocio y realización personal.
La adolescencia es un periodo de la vida que presenta unas características específicas. Desde el punto de vista psicológico, se trata de una etapa con tendencia a la experimentación y minimización del peligro relacionada con una percepción de capacidad de control aumentada afirma la psicóloga Mercedes Espinoza.
⬇Da clic aquí⬇
Ante esto es frecuente la aparición de comportamientos de riesgo, como el consumo de tóxicos. A nivel biológico, es un periodo crítico en el uso de drogas y la posterior aparición de drogodependencias, ya que la zona del cerebro encargada de la toma de decisiones y del control de impulsos no está totalmente desarrollada, por lo que es más sensible a las alteraciones producidas por las drogas.
Relacionando las adicciones con el tema del suicidio vemos que esté es actualmente una problemática que va en aumento a nivel mundial y México no escapa a las estadísticas que señalan la urgencia de trabajar interdisciplinariamente para implementar medidas de prevención e intervención.
“El suicidio es un problema de salud pública que exige actuar con el objeto de obtener estrategias adecuadas para cada tipo de población en particular la estudiantil pues es el grupo donde se encuentra el mayor riesgo suicida”, sostiene.
Eleazar es un joven de 25 años y ha cursado reincidentes episodios depresivos que lo han orillado a intentar suicidarse. “Pensé primero en una sobredosis, luego en cortarme las venas”.
Con una historia de abuso en el consumo de drogas el joven con dos hijos de cuatro y dos años de edad dijo que la última vez que intentó quitarse la vida desistió al recordar a sus hijos. “No podía hacerlo, por ellos. Estaba totalmente decidido, pero cuando recordé a mi familia me puse a llorar y me salí de mi cuarto”.
“Nunca pensé en decirle a mi esposa que estaba teniendo pensamientos suicidas, aunque ella me notaba deprimido y me preguntaba que tenía”, dice.
⬇Da clic aquí⬇
Andrés, de 22 años empezó desde temprana edad a alcoholizarse y consumir drogas, iniciándose con marihuana y siguiendo con cocaína hasta que conoció el cristal. No podía dejar de “meterse” las metanfetaminas, droga sintética conocida también como ice, hielo, met o speed.
Una mañana, cuando se encontraba sólo ya que su mamá había salid de casa, se metió al cuarto de baño y con unas agujetas de sus tenis se colgó de la regadera.
Mientras él estaba colgado y pataleando, llegó su mamá y al no verlo en la sala gritó preguntando por él y al no escuchar respuesta, intuyendo algo malo, de inmediato entró al baño y al verlo corrió a cargarlo en peso para evitar que muriera. Como pudo lo bajó casi asfixiado y empezó a reanimarlo hasta que volvió en sí.
El joven adicto logró dejar las drogas y rehabilitarse. Ahora recuerda su experiencia de etapas reiteradas de depresión debido al consumo de drogas.
El suicidio es una reacción trágica a situaciones estresantes de la vida y ante una intención suicida se deben identificar los signos de advertencia y buscar ayuda y tratamiento profesional, previene Mercedes Espinoza.
⬇Da clic aquí⬇
Puede parecer que los problemas no tienen solución y que el suicidio es la única forma de poner fin al dolor, explica, pero hay algunas medidas que se pueden tomar para mantenerse a salvo y volver a encontrarle sentido a la vida.
Los signos que advierten sobre el suicidio o los pensamientos suicidas son, hablar acerca del suicidio, obtener los medios para quitarse la vida, como comprar un arma o almacenar pastillas; aislarse de la sociedad y querer estar solo, tener cambios de humor; sentirse sin esperanzas, aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas; cambiar la rutina normal, hacer actividades arriesgadas o autodestructivas.
Además, consumir drogas o manejar de manera negligente; regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden, despedirse de las personas como si no se las fuera a volver a ver, presentar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o agitado.
Una de las implicaciones del suicidio es el consumo de drogas “como lo ha señalado sheaffer (1988) quién encontró que el 70% de los suicidios en gente joven se asocia con drogas. Por su parte López y Cols en 1995 en una encuesta nacional sobre el uso de drogas en comunidad escolar encontraron que los usuarios de drogas presentaron más pensamientos suicidas que aquellos que no las usan”, explicó la profesional.
Considera la terapeuta que existen más datos que reflejan la magnitud del problema y la necesidad de atención, de igual forma hay que tomar en cuenta que el consumo de drogas también es una problemática que se ha ido fortaleciendo entre los jóvenes de la actualidad su trasfondo e implicaciones igualmente son de diversa índole y afecta determinantemente a la persona que lo hace a su entorno y a la sociedad es importante destacar que hace falta cosechar más investigaciones porque este es un tema de recurrente abordaje en nuestra sociedad.
Te recomendamos el podcast ⬇️