Salamanca, Gto. Luego de que se dio a conocer sobre la presencia de turistas en la zona norte y a partir del mes de agosto, la dirección de Medio Ambiente, emprendió el programa "vigilancia vacacional", que consistirá en una serie de información y medidas, para concientizar a la población sobre la importancia del Área Natural Protegida (ANP) en el cuidado de esta zona.
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En ese sentido, Alberto de la Torre Gleason, director de la dependencia, dijo que, dicho programa consiste en la entrega de trípticos con información acerca del río Temascatío, la flora y fauna, además de las especies arboladas que se conservan en el lugar, todo esto con la intención de preservar la reserva ecológica que hay en la zona.
El funcionario municipal, manifestó que este programa, se realiza a través de la jefatura de Inspección y Vigilancia de la dirección de Medio Ambiente, mediante la cual, se brinda información de Educación ambiental a los ciudadanos y turistas que acuden a esta zona para la temporada vacacional y que se lleva a cabo durante los fines de semana de julio y agosto.
“Son cinco fines de semana, donde se interactúa con otras dependencias como Protección Civil, Vialidad, Servicios Públicos Municipales, Turismo y algunas dependencias estatales como Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), la función principal es que los fines de semana se brinde esa información y concientizar a la gente para que respeten la zona que visitan”, explicó.
Además de proteger el Área Natural Protegida, también se les informa sobre los cuidados que deben de tener al acudir a la zona y se les emiten recomendaciones como disfrutar el lugar, no llevarse especies como flora y fauna, ni tampoco de material inerte como piedras para la preservación de este lugar, aun así para evitar cualquier falta de cuidado al lugar, se cuenta con la presencia de autoridades estatales y municipales para vigilar que todo esté en orden.
La gran afluencia de turismo que se genera en el río Temascatío también ha resultado beneficiosa, para los habitantes de las comunidades que conforman el Área Natural Protegida, pues, permite que vendan alimentos y productos que ellos mismos elaboran y con ello detonan su economía.