La falta de lluvias ha generado que prácticamente los 46 municipios de Guanajuato enfrente algún grado de sequía, en donde 39 de ellos están en condiciones de sequía extrema.

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Al menos así está asentando en el último reporte del Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua, en donde dio cuenta de que 39 municipios están en una condición de sequía extrema y sólo siete presentan suelos con sequía severa, lo cual también es grave.

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Según el histórico del Monitor de Sequía, desde 2011 el estado no presentaba esos niveles de sequía, en donde en aquella ocasión fueron 34 los municipios que presentaban sequía extrema y 11 sequía severa y uno sequía moderada.

Los municipios de Apaseo el Alto, Apaseo el Grande, Atarjea, Celaya, Coroneo, Pueblo Nuevo y Villagrán son los que presentan una condición de sequía severa, el resto de los municipios presentan una sequía extrema, con tendencia hacia convertirse en una sequía excepcional.

Y es que la propia Comisión Nacional del Agua señala en su reporte que el tránsito hacia la condición de sequía excepcional es cuando los embalses no presentan almacenamientos suficientes para garantizar la disponibilidad del agua, aunado a que fue un temporal seco el que se vivió en las regiones de estudio, situación en la que estaría rayando el estado, de no caer lluvias en los próximos días.

Autoridades estatales y federales han señalado que las lluvias presentaron un retraso y que en septiembre y octubre podrían darse precipitaciones, lo cual ayudaría a mitigar un poco los estragos causados y que tienen al estado en una condición de sequía generalizada.

Presas con poca agua

Aunado a ello, la propia Comisión Nacional del Agua señaló que con corte a la primera quincena de agosto, seis presas de las que monitorea tienen un almacenamiento menor al 20% y con una tendencia de reducción de su agua disponible.

Por ejemplo, la presa Peñuelitas está a sólo 3.7% de su capacidad, la presa La Soledad tiene un almacenamiento de 13.13%, la presa El Palote está a 13.8% de su capacidad, en tanto que La Golondrina está a 14%, el Lago de Yuriria está a 16%, la Allende está a 19%, mientras que la presa La Purísima tiene 41% de almacenamiento y la Solís alrededor de 42%.

Tanto la presa La Purísima como la Solís son las que sus aguas permiten llevar a cabo los ciclos agrícolas, por lo que aun presentan un almacenamiento considerable que permitiría al menos dos ciclos agrícolas; sin embargo, si se toma la experiencia de años anteriores en que no ha llovido, el agua sería reservada hasta el ciclo agrícola primavera-verano 2024, por lo que está en duda que el ciclo otoño-invierno pueda darse o al menos no con los granos tradicionales que se dan en esa temporada, como el trigo, la cebada, la avena y el centeno, por ejemplo.