¡La estación de trenes de Salamanca podría volver a la vida!

El icónico edificio, que conserva su arquitectura original, será parte de la ruta del tren de pasajeros que conectará Irapuato, Salamanca y Celaya.

Carlos Cisneros/El Sol de Salamanca.

  · lunes 21 de octubre de 2024

La estación de ferrocarril, mudo testigo de varias historias en Salamanca. / Fotos Carlos Cisneros/ El Sol de Salamanca.

La estación de trenes de Salamanca revivirá sus años de gloria. Con el anuncio de que el tren de pasajeros que sería concretado en este sexenio pasaría por Irapuato, Salamanca y Celaya, la vieja estación de ferrocarriles, que aún conserva su arquitectura original, podría ser un nuevo atractivo turístico salmantino.

Fue en el año de 1880 cuando a Salamanca llegó por primera vez el ferrocarril. El costo inicial del boleto era de dos centavos por kilómetro y tenía diferentes rutas, como Celaya, Salamanca, Irapuato y Silao de la Victoria.

La estación de Salamanca fue construida en un terreno aledaño a la Calzada de Medina, cedido por el Ayuntamiento; el inicio de los trabajos de la preparación del solar se dio a finales de 1871.

La primera locomotora fue armada en Salamanca por el ingeniero inglés, Ernest Bartón, auxiliado en las labores por el herrero salmantino Lino Castillo.

La gente acostumbraba esperar el ferrocarril en lo que degustaban de una lechuga con chile de los comerciantes que llegaban a ofrecer su mercancía, así como dulces de cajeta de la famosa fábrica “La fortaleza”, ubicada a un costado de la estación.

El 16 de septiembre de 1880 esta locomotora corrió por primera vez entre las ciudades de Celaya a Irapuato; desde entonces la actividad ferroviaria tuvo gran importancia en Salamanca, ya que eran varias las corridas y partidas hacia diferentes destinos.

Por esas líneas de acero circuló la legendaria Burrita, que llegó por primera vez a la estación de Salamanca en el año de 1889.

La Burrita iniciaba su recorrido en la ciudad de Irapuato para pasar por Salamanca y de aquí a Valle de Santiago, para culminar su recorrido en Jaral del Progreso, fueron cientos de pasajeros que disfrutaron de los bellos paisajes del bajío Guanajuatense.

Por ese legendario camino de hierro llegaron importantes personajes, como el Centauro del Norte, Francisco Villa y Venustiano Carranza, inclusive Álvaro Obregón.

La estación también sirvió de oficinas de telégrafos de México y ahora son oficinas de la empresa ferroviaria.

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En breve, esta icónica estación de tren podría revivir y volver a ser lo que fue en sus épocas doradas de vida para trasladar a personas a sus destinos.