David Saucedo Torres, asesor y consultor en seguridad, destacó que los tres niveles de gobierno tienen un arduo trabajo en materia de seguridad para evitar el reclutamiento forzado de jóvenes al narcotráfico y tampoco permitir que ingresen por voluntad propia, y dijo que por ello es importante poner especial énfasis en jóvenes provenientes de familias didfuncionales, marginadas de la sociedad y sin ninguna opción de trabajo, deportivas y de movilidad social.
En entrevista con Organización Editorial Mexicana, señaló que los jóvenes que por voluntad propia deciden incursionar en el crimen organizado generalmente son jóvenes que provienen de familias de escasos recursos que están marginados de la sociedad, pues carecen de oportunidades laborales, educativas, religiosas y de movilidad social.
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Manifestó que el promedio de vida de estos jóvenes regularmente no rebasa los 50 años, debido a que al estar inmersos en actividades delictivas son propensos a ser asesinados o a pasar el resto de su vida en prisión.
"Son personas que en todo momento están en riesgo, al dedicarse a actividades delictivas como halconeo, narcomenudistas o jefes de sicarios o de plaza".
Dijo que al ser reclutados por grupos delictivos estos desempeñan funciones de sicario, halcones, narcomenudistas, entre otros, y refirió que son actividades peligrosas que ponen en riesgo su vida de forma permanente.
Refirió que hay otros jóvenes especialmente en las áreas rurales o que sus padres se incorporaron a la zona urbana pero tienen pocos estudios, sólo tienen tres opciones como dedicarse al comercio informal, migrar hacia Estados Unidos o incorporarse a los ejércitos de narco.