Ezequiel Ordoñez y su injerencia en Salamanca

Su presencia tuvo un impacto significativo en el desarrollo de la ciudad y el bienestar de los trabajadores

Sanjuana Medrano/El Sol de Salamanca

  · sábado 19 de octubre de 2024

Localizó el primer pozo petrolero. / Fotos: Sanjuana Medrano/El Sol de Salamanca

En Salamanca, una de las calles principales que conecta la zona norte de la ciudad con la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) lleva el nombre de Ezequiel Ordóñez, un personaje clave en la historia de la industria petrolera local.

Jaime Gerardo Martínez Razo, cronista de la ciudad dijo que Ezequiel Ordóñez, eran originario del Estado de México, sin embargo, se asentó en Salamanca por varios años. Durante todo ese tiempo tuvo un impacto significativo en el desarrollo urbano de la ciudad y en la mejora de las condiciones de vida de los primeros trabajadores petroleros que llegaron a la región.

Durante su tiempo en Salamanca, Ordóñez se dedicó a impulsar el crecimiento de Pemex, contribuyendo al fortalecimiento de la industria en la zona. Sin embargo, su influencia no se limitó solo al ámbito industrial, ya que también promovió importantes obras civiles que ayudaron a mejorar la infraestructura del municipio. Una de sus contribuciones más notables fue la pavimentación de las calles principales en la zona norte, lo que permitió conectar áreas estratégicas con la refinería, facilitando el acceso y el transporte en la ciudad.

La calle que hoy lleva su nombre colinda con otras vías como Árbol Grande, Reynosa, Pánuco, Chinampa, La Venta y Poza Rica, y es una de las principales rutas que conducen a las puertas de la refinería, pasando por puntos importantes como Agua Dulce y Francita. Esta obra no solo mejoró la conectividad, sino que también representó un esfuerzo por estabilizar la vida de los petroleros que llegaban a Salamanca, ofreciendo mejores condiciones de infraestructura en una época en la que la ciudad carecía de servicios básicos.

"Ezequiel Ordóñez, junto a Joaquín Hernández Galicia, "La Quina", fue un defensor del bienestar de los trabajadores de Pemex, para mejorar las condiciones de los empleados y sus familias, quienes se trasladaban desde regiones costeras como Tamaulipas y Veracruz. En ese entonces, Salamanca no contaba con servicios de salud adecuados, restaurantes ni opciones de entretenimiento, lo que hizo que el trabajo de Ordóñez fuera crucial para la integración y estabilidad de la comunidad", contó.

Aunque se desconoce el tiempo exacto que Ezequiel Ordóñez permaneció en Salamanca, su legado es evidente en la infraestructura que hoy en día facilita la vida diaria de los salmantinos y en el reconocimiento que se le otorga al nombrar una calle en su honor. Su labor en tierras salmantinas fue primordial para forjar la identidad cultural e industrial de la ciudad, al promover la integración de personas de diversas regiones del país.

Gracias a sus esfuerzos, la historia de Ezequiel Ordóñez sigue viva en Salamanca, no solo en la industria petrolera, sino también en la memoria de aquellos que se beneficiaron de su compromiso con el desarrollo de la ciudad.

¿Quién era?

Ezequiel Ordóñez, nació el 10 de abril de 1867, en Lerma, Estado de México. Se graduó de ensayador y apartador de metales y posteriormente de ingeniero topógrafo e hidrógrafo, en la Escuela Nacional de Ingenieros.

Fue uno de los geólogos mexicanos más destacados de principios del siglo XX. Pionero de la petrografía en México: realizó los primeros trabajos serios de clasificación de rocas ígneas. Asimismo, localizó el primer pozo de producción comercial que se perforó en México, cuando se creía que no había petróleo en cantidad industrial en el país también se interesó en la vulcanología.

En mayo de 1887 fue nombrado conservador del Gabinete de Conocimiento de Materiales de Construcción y, dos meses después, conservador encargado del Gabinete de Mineralogía y Paleontología, en la Escuela Nacional de Ingenieros.

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En 1904 localizó el primer pozo petrolero de producción comercial, La Pez, número 1, en San Luis Potosí ; y participó en la localización del pozo Cerro Azul, número 4, en Veracruz en 1916. Por muchos años, laboró como experto consultor independiente en asuntos mineros y petroleros hasta que fue nombrado geólogo de la Compañía Real del Monte y Pachuca.