Feligreses festejan a San Antonio Abad

Como cada 17 de enero, se festejó a San Antonio Abad, mejor conocidos como el patrono de los animales, celebración a la que cientos de feligreses asisten con sus mascotas para que reciban la bendición, sin embargo, luego de que se diera a conocer el envenenamiento de 17 perros en la colonia Villas Salamanca 400, el vicario de la parroquia Nicolás Aguilar, llamó a la feligresía a cuidar y proteger a los animales, ya que se convierten en compañeros de vida que acompañan a las personas en sus problemas más difíciles.

“Las mascotas son creaturas que nos ha dado el señor, para acompañarnos en los problemas difíciles y en los buenos momentos también, siempre nos ayudan a salir de diferentes situaciones, como la depresión y otras situaciones del ser humano, el señor siempre nos acompaña a través de esas mascotas que tenemos y es por eso que es importante cuidarlas y protegerlas”, dijo el sacerdote.

Dijo que, las mascotas no deben de ser vistas como juguetes u objetos de entretenimiento, sino como una creación de dios, que merece respeto, cuidado y protección, tal como lo hacia San Antonio Abad, quien siempre fungió como un intercesor de la naturaleza y los animales, además, pidió a la feligresía experimentar un cambio verdadero en sus corazones reflejando el amor al prójimo.

Petra Mosqueda, salmantina y fiel devota de San Antonio Abad, desde hace 20 años acostumbra asistir a este centro religioso para que sus mascotas reciban la bendición, ella ha llevado desde gatos hasta loros, pues considera que los animales son la fuente de amor más puro que puede existir en el planeta, por eso, se ha encardado de que sus hijos y nietos continúen con esta tradición.

San Antonio Abad, nació en Heracleópolis Magna en Egipto, África en el año 251 y murió en el 356 d. C. Fue un monje cristiano y fundó el movimiento eremítico, donde a lo largo de su vida venció muchas batallas para lograr la santidad.

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Existen dos diferentes historias de los motivos que lo llevaron a ser nombrado el patrono de los animales; el primero, se relata en el texto que hizo San Jerónimo sobre la vida de San Pablo el ermitaño, en donde se cuenta que Antonio fue a visitarlo en su edad madura y lo dirigió en la vida monástica. Un cuervo que traía diariamente un pan a Pablo recibió al monje trayéndolo un pan también a él. Cuando murió Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales, lo que le valió el pseudónimo de “patrón de los animales y de los sepultureros” y la segunda, que es la historia más popular que se cuenta, es que, cierto día se le acercó una jabalina con sus cachorros que estaban ciegos. La jabalina estaba en actitud de súplica y fue cuando Antonio curó a los cachorros de su ceguera y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Es por eso que a San Antonio Abad se le representa con un cerdito o un jabalí a su lado.